La capital de la parroquia Camacaro, municipio Torres, continúa esperando que desde el gobierno se acuerden de su existencia, aunque muchos de sus habitantes se cansaron de esperar y botaron o escondieron el carné que los identificaba como rojos rojitos.
«Aquí, en 14 años de la revolución, no nos han hecho nada y de eso se puede dar cuenta cualquiera que llegue», dijo Henri Mora, uno de los vecinos.
Puso como ejemplo las calles del poblado, todas, sin excepción, que por años han estado intransitables y apenas desde la gobernación comenzaron a asfaltar la Bolívar pero la dejaron inconclusa.
«Gastaron más en los actos de la inauguración que en asfalto y lo que hicieron lo están destrozando los camiones volteos que pasan cargados de arena», indicó Mora.
Igual que la Bolívar se encuentran la Santiago, Miranda y Camacaro pues ninguna se salva, incluyendo las que rodean la plaza Bolívar, en pleno centro. En los barrios de las afueras la situación es peor pues no tienen vialidad, apenas unos caminos de bueyes.
«Los consejos comunales tampoco hacen nada; no exigen, no se atreven a reclamar la recuperación del pueblo, como si formaran parte del gobierno», dijo por su parte Jesús Camacaro, otro vecino.
«Tampoco existe contraloría social para averiguar qué hacen con los dineros que reciben para desarrollar obras porque no vemos que se hace algo beneficioso para el pueblo», puntualizó Camacaro.
José Luis Noguera se refirió al hospital, también desatendido, en este caso por la gobernación y el ministerio de Salud.
«Antes contábamos con tres médicos en el hospital, pero ahora a veces tenemos uno y faltan insumos para que el pueblo pueda recibir atención de salud como lo establece la Constitución», agregó.
Otro caso emblema de la desidia del alcalde Carrasco con Río Tocuyo es la plaza Bolívar, que continúa sin fluido eléctrico por lo cual, de noche, no se puede estar en ella a causa de la oscuridad reinante.
Algunas de las lámparas, por el tiempo sin uso, están convertidas en nidos de pájaros.
Noguera también recordó al gobernador Henri Falcón su promesa de la cancha deportiva múltiple para el sector Playa Marín, prometida hace años, de la cual nada se ha hecho. En Río Tocuyo tampoco disponen de seguridad pues el puesto policial permanece cerrado la mayor parte del tiempo por ausencia de los policías que, además, no disponen de una patrulla para recorrer la población.
Aguas negras
Pero donde más sufren las familias es en el sector Veramocha, al oeste, donde existen verdaderos ríos de aguas negras putrefactas.
«Tenemos dos años con este problema y nadie viene a eliminarlo y mientras tanto la gente se enferma, sobre todo los niños», dijo Simón Montes, un vecino.
Indicó que algunas familias, enfermas por tener que soportar los malos olores y ante la indiferencia de las autoridades, tuvieron que mudarse a otro lugar.
«Aquí la revolución tampoco ha llegado, a menos que esas aguas negras sean parte del proceso», manifestó Montes.
Por otra parte, los usuarios de la carretera hacia Río Tocuyo siguen esperando por su reacondicionamiento porque cada día está en peores condiciones de transitabilidad.
A todo lo largo de la vía se observan fallas de borde cada vez más amplias y profundas, además de la existencia de tramos con capa de rodamiento por demás irregular, causante de serios daños en los vehículos, sobre todo en su tren delantero.
Fotos: Luis Salazar
