Este domingo familiares de los privados de libertad estaban molestos en las afueras del Centro Penitenciario de la Región Centroccidental, en Uribana.
La razón es porque dentro de los paquetes para sus seres queridos no les dejaron ingresar artículos personales, golosinas, desinfectantes, jugos de cartón y tampoco ropa limpia para cambiarse.
Esta vez, a diferencia de otras oportunidades, les prohibieron el acceso de celulares a hombres y mujeres, y carteras a las damas.
Cabe destacar que como aún se mantiene el desacato judicial por parte de los casi tres mil internos, no hay visitas, sólo pase de paquetes desde la puerta principal de la cárcel.
Voceros de los presos denunciaron que durante los días de desacato que llevan para lograr se aligeren sus procesos judiciales y mejoren sus condiciones dentro del penal, ninguna autoridad se ha hecho presente para escucharlos.
Trascendió que Nelson Bracca, director de Uribana, este fin de semana viajó a Caracas para gestionar soluciones, mientras familiares de los reos esperan que esta situación culmine lo antes posible y así puedan reencontrarse con sus seres queridos.
Acotaron que uno de los principales problemas en materia de derechos humanos que aquejan a los internos es la falta de agua potable.
Señalaron que cuando logran “soltársela” lo hacen apenas media hora en la mañana y media hora en la tarde, tiempo insuficiente para que todos puedan beneficiarse del vital líquido.
Mayor tensión
Este domingo se supo extraoficialmente que los internos de Uribana están preocupados ante la posible inminente llegada de un lote de reos de La Planta, cárcel recientemente desalojada en El Paraíso, Caracas. De concretarse el traslado los presos serían colocados en el anexo de Uribana, conocido como El Rodeíto, ocupado el año pasado por 600 presos de El Rodeo.
Fotos: Simón Alberto Orellana