“Voy a pelear por un puesto”. Esta fue una de las frases más pronunciadas por los jugadores de la Vinotinto durante las jornadas de trabajo en Puerto La Cruz, previo a las eliminatorias mundialistas.
César Farías había ofrecido una lista inicial con 27 candidatos (contando a Renny Vega, que se incorporaría tarde), pero se sabía que no todos estarían presentes en el viaje definitivo, y la lucha en los entrenamientos cada día era más fuerte.
Rubert Quijada no se incorporó nunca por compromisos con Monagas en la serie Presudamericana, mientras que “Sema” Velázquez, Rafa Acosta y Ángelo Peña salieron por lesión, así que el grupo se redujo a 24.
Hasta que fueron llamados Alexander González, Josef Martínez y Frank Feltscher en los últimos días.
El domingo fue anunciado el corte definitivo, salieron dos centrales (Carlos Rivero y Carlos Salazar) y un volante defensivo (Agnel Flores), todos del patio.
Al comenzar los trabajos había algunas dudas en la línea defensiva, pues Oswaldo Vizcarrondo y Grenddy Perozo no habían tenido la regularidad necesaria en sus clubes en México y Argentina, respectivamente.
Caso similar al de Gabriel Cichero, que tuvo un parón importante por la sanción en Francia y no estaba en su más alto nivel; sin embargo, con la convocatoria definitiva en la mano, los tres parecieran tener un puesto asegurado en el Centenario, aunque Perozo está a la expectativa por la llegada de Fernando Amorebieta.
La Vinotinto solo tendrá tres centrales y un lateral izquierdo natural para los partidos ante Uruguay y Chile.
En la mitad de la cancha la única interrogante era el acompañante de Rincón, pero de acuerdo a los trabajos que se realizaron en el José Antonio Anzoátegui sería Giácomo Di Giorgi. Más si se toma en cuenta que las otras opciones son Francisco Flores, que tiene conjuntivitis; y Juan Guerra, que siempre ensayó en el grupo alternativo.
Seijas, a pesar de no ser de características tan defensivas, era el otro candidato, pero fue probado el sábado como creativo debido a la lesión de César González. Justo en este sector es donde están las dudas de la selección en estos momentos. El golpe de “Maestrico” parece haber trastocado los planes iniciales del cuerpo técnico (aunque todavía no lo han descartado oficialmente), y por esta razón se llevaron hasta siete atacantes a Montevideo.
“Hoy nosotros para escoger tenemos muchas más opciones, para hacer las alineaciones es un dolor de cabeza, porque los jugadores compiten y compiten, y te dan muchas alternativas”, declaró Farías antes de viajar a Argentina.