Un equipo de profesionales de diversas áreas se compromete a trabajar para que en la actualización del Plan de Desarrollo Urbano Local de Barquisimeto, próximo a cumplir diez años, se incluyan variables como las condiciones de los suelos en el área donde se encuentra el municipio Iribarren.
El estudio de las características y el estado de los suelos en la región, se considera como una medida urgente para acabar con las fallas que presenta la planificación de los urbanismos, que a la larga afecta las condiciones de las viviendas y el estado de las vías públicas, comprometiendo la asignación de los recursos.
«Si yo (como gobierno) tengo que reparar una vía cada tres años, resto recursos para hacer escuelas, hospitales, y otras obras y además entrego casas que están mal desde el principio; pues eso constituye una mala propaganda para la gestión y una bomba de tiempo para la ciudadanía», explica el ingeniero civil Roberto Centeno, exministro de Transporte y Comunicaciones e impulsor del equipo de trabajo.
El especialista explica que el estudio de los suelos es absolutamente necesario para la planificación de los urbanismos, ya que su consistencia es determinante para la estabilidad de las casas, incluso más que las consideraciones en torno a las fallas geológicas. «Barquisimeto no se va a fallar solamente por sismos, aquí ha habido fallas funcionales en las estructuras que han sido más recurrentes que un terremoto».
Como ejemplo de la importancia de analizar el estado de los suelos, Centeno expuso el caso de la avenida Circunvalación Norte, donde se determinó que el 90% de la importante obra vial pasa por suelos nocivos, tras una revisión a un estudio de las capas de suelo de la zona. Una situación que Antonio Menuto, presidente del Colegio de Ingenieros, señala como una de las principales causas de los problemas que presenta la vía en dos tramos.
Esto se suma a la problemática en la duración en la vida útil de las vías en el país, que actualmente se ubica en un máximo de tres años cuando debería estar calculada en al menos veinte.
Para Centeno, las constructoras no tienen el cuidado necesario de aplicar los sistemas constructivos necesarios recomendados para los casos donde se presenten problemas con los suelos expansivos. Una alternativa mejor a contratar empresas para tapar huecos de forma continua.
El equipo de trabajo estará conformado por veinte agremiados de cada una de las instituciones involucradas en el proyecto de análisis del PDUL, como lo son el Colegio de Ingenieros, la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado y la Cámara de la Construcción, con la pronta inclusión de comunicadores sociales para una mejor difusión del mismo.
Foto: Daniel Arrieta