La putrefacción

 En microbiología, es la consecuencia de la corrupción orgánica, debido a la sustitución de la flora bacteriana oxígeno dependiente o aeróbica, por una a la que el 2 del aire le es dañino y se le denomina anaeróbica; y como en los cadáveres no hay O2, proliferan de inmediato los anaeróbicos condicionante de su putrefacción, de la que brotan gases fétidos como la cadaverina y la putrecina; por ello el sabio Louis Pasteur nos dijo: «La putréfaction c´est la vie sans air» o la putrefacción es la vida sin aire. Si transmutamos estos conceptos a la actual putrefacción venezolana y sustituimos el O2 por la moral, comprenderemos la existencia de seres a quienes la moral les hace daño, dando origen a la sociedad anaeróbicamente amoral, condicionante de esa gran nube fétida que nos está envolviendo al punto que ha superado en la sociedad moral los niveles de tolerancia, al confirmarnos estas autopsias sociales o vivisección; técnica medioeval que permitía abrir sin anestesia alguna a los criminales, hampones y aberrados para ver como eran y funcionaban sus vísceras in-vivo; hoy estamos viendo la existencia de cuerpos civiles y militares putrefactos, productos de la anoxia moral, que les ha transformado en mafias del narcotráfico, de los enanos de la justicia y del asesinato silente y organizado; estos cadáveres insepultos, son verdaderos necrófilos disfrazados de inocentes sepultureros. Aspiro a que el 7-Oct-2012 podamos desinfectar al país y volver a ser oxígenodependientes de la moral, al haber comprendido el verdadero origen de la «Riqueza espontánea» de estos intocables putrefactos. ¡Voilá!