Hernán Álvarez Álvarez

-

- Publicidad -

 Una leve sonrisa en mi rostro pugna con la sombra lamentable de la realidad, al recordar un buen amigo que se ha ido. Caballero noble con alma musical y de artista, quien supo disfrutar a plenitud de dos de las más importantes expresiones artísticas desarrolladas en el ser humano, la música y la pintura, melómano empedernido de grandes dimensiones, nunca vi en alguien tan arraigada esa vehemencia hacia el coleccionismo de la buena música, el jazz y muy especialmente el bolero, género romántico por excelencia al cual rindió culto, atesorando una extensa, selecta y valiosa colección que comenzó desde sus años mozos, cuando también coprotagonizaba en aquellas serenatas y veladas musicales nocturnas, de la bohemia barquisimetana del ayer, muchas veces junto a reconocidos cantantes nacionales e internacionales, con algunos de ellos logro hacer buena amistad.

Fueron muchos los momentos gratos de sana tertulia compartidos con Hernán, anécdotas e interesantes historias de sus experiencias vividas a lo largo de tantos años ,no podía ser de otra manera, dada su cordialidad, personalidad y don de gente .conversador al cien por ciento, desglosaba detalladamente su narrativa, jocoso en ocasiones, transmitiendo un particular «Humor Serio».

- Publicidad -

Pero su enorme sensibilidad artística fue mucho más allá de todo, habiendo sido dibujante arquitectónico experimentado, su afán y dedicación a las artes plásticas, aunado a su talento, lo convirtieron en uno de los más destacados plumillistas de nuestro país, técnica que aprendió del maestro español, Alejandro Sánchez Felipe.

Lograba en su excelente plumilla Hernán Álvarez, un lenguaje plástico muy descriptivo, trazos exquisitamente tramados en filigrana, líneas y puntos fragmentados para dar forma a los volúmenes y a la magia del claroscuro, dibujo preciso que en su acuciosa y expresiva obra siempre admiramos. Sus creaciones realistas a veces monocromas y otras multicolores, combinadas con aguadas acrílicas en técnica mixta, son bellas armonías que en elegantes composiciones estuvieron en la mayoría de los casos, dedicadas al paisaje. Ese mismo paisaje que ya anteriormente había plasmado también en el miniaturismo, curiosa manera de pintar minuciosamente sobre cosas muy pequeñas. Sin embargo, fue en definitiva la plumilla, la técnica desarrollada como consecuencia natural a su verdadera vocación y esencia creadora, se fue el maestro de la plumilla, ceso la lluvia de su tinta, pero su obra vive, el alma del artista esta en ella, al igual que vive el recuerdo imperecedero de quienes tuvimos el honor de conocerlo.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -