El español Joaquín Rodríguez desbordó condiciones en la jornada 17 del Giro de Italia, que ganó, para afianzarse como líder, mientras que el criollo José Rujano, en caso contrario, otra vez en la montaña, por una fiebre que lo azotó, perdió el tren que lo podía llevar a las posiciones de vanguardia y arribó a más de 35 minutos de diferencia en relación el ibérico.
Rodríguez, festejó a lo grande su victoria en la raya de sentencia sobre un gran rival, Ivan Basso, quien finalizó segundo, mientras atrás, muy atrás, en jornada de muchas penurias, Rujano apenas pudo transitar los 186 kilómetros de la jornada. Él (Rujano) lo hizo 34 minutos y 05 después que el español, quien dejó guarismo de cinco extenuantes horas, 24 minutos y 42 segundos, para una media horaria de 34,370 kilómetros.
El oriundo de Barcelona en España, repite triunfo en la presente edición del Giro, porque antes, en la jornada 10, que finalizó en Assisi también fue el vencedor.
Rodríguez, en las trepadas, especialmente en las últimas dos, siempre estuvo en posición de honor, aunque en segunda línea, porque los italianos Ivan Basso y Michael Scarponi, a dúo, se encargaban de marcar el camino, especialmente Basso, quien sólo se rindió en el empuje final, en los últimos 300 metros, cuando el líder ejecutó el desborde para luego desplegar sus brazos al sentirse ganador.
La porción 17 filtró por completo la prueba y deja al grupo de escaladores, con la excepción de Rujano, en el dominio de la carrera, cuando todavía restan jornadas de ascenso, pero una crono individual de 30 kilómetros que puede marcar el destino final.
Otro perdedor fue Paolo Tiralongo, quien, al arribar a un poco más de dos minutos, deja prácticamente sin candidatos de peso a la victoria a la escuadra Astana, mientras que Liquigas, otro de los grandes colectivos tiene a Basso.
En lo que pudiera interpretarse como un esbozo de buena táctica, el Androni Venezuela, luego de los 30 kilómetros iniciales, colocó arriba al colombiano José Serpa con cinco pedalistas más, quienes marcaron los pasos por los puertos montañosos uno y dos de la fracción. Esa fuga amplió diferencias por más de cuatro minutos, pero luego vino la reacción de los grandes y la decepción del venezolano, quien no respondió al compromiso debido a la fiebre que no le permitió un mejor desempeño.
Un boletín de prensa da a conocer la situación, “Cuando me entrevistó el canal Rai en la mañana al momento de la firma les dije que me sentía mal. Me dio fiebre en la madrugada. En el kilómetro 60 me sentí peor, tenía fiebre otra vez, me quedé por las buenas, Ochoa y Jackson estuvieron conmigo”.
Sobre los kilómetros postreros, después del gran cedazo en el tercer puesto montañoso, vino la fiesta grande de los trepadores. Al final, sólo seis: Doménico Pozzovivo, Ryder Hesjedal, Ivan Basso, Rigoberto Urán y el granítico líder Joaquín Rodríguez. Atrás, Rujano luchaba con su drama, siempre en la fiel compañía de sus escuderos Jackson Rodríguez y Carlos Ochoa. En definitiva había perdido el tren. La prueba italiana serviría como gran vitrina. Ahora existen incógnitas, su actuación deja dudas, aunque quiere terminar la carrera por encima de cualquier circunstancia.
Sobre el empinado cuarto premio en Passo Giau (168,2 km), Pozzovivo sacudió la carrera y tiró hacia atrás a Urán y Scarponi, quien parecía rendir tributo al esfuerzo. Vino el descenso y Rodríguez mostró sus habilidades, mientras Scarponi era sacudido en sus piernas con calambres.
Urán y Scarponi, poco a poco, en esfuerzos individuales lograron llegar nuevamente a la cabecera de la carrera para entrar en la disputa final, en la cual, Rodríguez mostró más habilidades que Basso, quien sigue sin victorias importantes en la temporada.
Basso, con su relevante actuación, siempre en primera línea en el grupo de fugitivos, trasvasa sus ambiciones para la crono individual de 30 kilómetros en la jornada de cierre del domingo en las calles de Milán, allí puede estar su fórmula de éxito debido a su reconocido desempeño en esta modalidad.
Foto: Reuters
