Recibí un correo de mi amigo el licenciado Manuel Alvarado Ordoñez, al que leí con detalles por ser de estímulo a la lectura, al trabajo y al ejercicio intelectual, y con el permiso del autor de este maravilloso trabajo del escritor Tony Buzan, y por el bien de todos de obligatoria lectura, me atrevo a compartirlo con mis lectores y viene a mi memoria una visita que realicé hace poco a un pariente que le falta meses para cumplir cien años.
Me alegró muchísimo encontrarlo llenando un crucigrama con mucha lucidez y energía. Entre lo que hablamos me dijo que se sentía muy bien y que sentirse viejo era mental, aparte de que es una profesión de sinvergüenza, como manera de que los hijos y familiares le consientan y le digan pobrecito y lo mantengan; por ello comparto con mis lectores este trabajo que lo considero un estimulante al desarrollo mental y un estímulo a esas personas de juventud prolongada.
Muchas veces se relaciona la madurez con la pérdida de facultades mentales. Especialistas en el funcionamiento del cerebro, como Tony Buzan, aseguran que no tiene por qué ser así: hay un proverbio de la comunidad de monjas de Mankato que dice así: «Una mente perezosa es el taller del diablo».
En su manual Tu cerebro más joven, Tony Buzan pone como ejemplo de longevidad intelectual una comunidad de monjas de un recóndito lugar de Minnesota (EE.UU.), llamado Mankato. Desde hace mucho tiempo los investigadores se interesan del envejecimiento cerebral, ya que muchas de estas mujeres superan los 90 años y hay unas cuantas centenarias, la mayor parte de ellas con una asombrosa agilidad mental. Una monja de esta comunidad, Marcella Zachman, fue portada de la revista Life porque impartió clases hasta los 97años; otra hermana, Mary Esther Boor, se jubiló de su trabajo a los 99 años.
El profesor David Snow don, de la Universidad de Kentucky, investigó por qué entre estas mujeres hay un índice de demencia senil y otras enfermedades mentales muy inferior a la media. La respuesta es que las monjas de Mankato hacen todo lo posible para mantener la mente ocupada en su vida cotidiana: compiten en concursos, resuelven pasatiempos y mantienen debates, además de escribir en sus publicaciones, dirigir seminarios y dar clases, según Snow don el estímulo diario revitaliza los conectores del cerebro, que tienden a atrofiarse con la edad, haciendo que se ramifiquen y creen nuevos vínculos. Esta regla también se aplica al rendimiento del cerebro.
Según los neurólogos, cuando lo mantenemos ocupado a través de la lectura, la creación artística o el juego, aumenta la llamada memoria automática, que es la que nos permite hacer cosas sin pensar en ellas, en el caso del ajedrecista que, en los primeros compases de la partida mueve sus piezas sin tener que cavilar, o el pianista de nivel que interpreta una compleja partitura mientras habla con alguien: su esfuerzo y constancia les han procurado un seguro de vida para sus facultades intelectuales, que operan incluso sin que intervenga la conciencia.
Algunos ejemplos de que la agilidad mental no está reñida con la edad fueron Miguel Ángel, que dio luz a sus mejores obras de los 60 a los 89 años, hasta su ultimo día de vida; Goethe terminó su obra maestra Fausto a los 82 años, y el escritor José Saramago mantuvo hasta poco mas de 87 años una más que envidiable actividad literaria. Su secreto estaba conformado de dos ingredientes básicos: trabajo e ilusión, (y los tuyos, cuáles son?
Las siete claves de un cerebro joven son «envejecer es un mal vicio que no se pueden permitir los que andan ocupados» (André Maurois), como no todo el mundo tiene tiempo o ganas de escribir novelas o de tocar violín, vamos a ver las claves para mantener el cerebro joven a cualquier edad. Según el divulgador William Speed hay siete cosas que todo el mundo debería hacer para que su centro de operaciones no vea menguado su rendimiento.
1. Ejercicio: según los especialistas en terapia antiaging, el mejor tonificador del cerebro son las zapatillas de deporte, ya que mejora el ritmo cardíaco y por tanto la circulación de la sangre. Un cerebro bien irrigado mantiene en buen estado las conexiones entre las neuronas, que son esenciales para el pensamiento, por lo tanto el ejercicio suave suministra más sangre y oxigeno a nuestro tejido cerebral, evitando que se deteriore.
2. Buena alimentación: el consumo de alimentos ricos en antioxidantes como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, te verde, no sólo ayuda a prevenir el cáncer sino que neutraliza los temidos radicales libres que envejecen el cerebro; una dieta demasiado grasa, además, puede derivar en presión arterial alta, diabetes, obesidad o colesterol, los cuales dificultan el riego sanguíneo también en el cerebro.
En las próximas reflexiones continuare tratando este tema. les insto a leer el próximo articulo ya que es una continuación de este reportaje de gran interés.
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