La EEl Parlamento Europeo (PE) instó hoy a Venezuela a reconsiderar su plan de retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), al señalar que tal salida puede llevar al país al aislamiento y a un «mayor deterioro» de su historial en materia de derechos humanos.urocámara aprobó una resolución en ese sentido por 37 votos a favor, 17 en contra y 4 abstenciones, en la recta final de la sesión en la que muchos eurodiputados ya han abandonado Estrasburgo (Francia), donde se celebra el pleno.
El documento anima al Gobierno de Venezuela y a todos los demás Estados de la región a «reconocer y ejecutar» las decisiones y recomendaciones de la CIDH de cooperar con los mecanismos regionales e internacionales de derechos humanos, y les insta a que «no tomen ninguna medida que pueda debilitar la protección de los derechos humanos».
Asimismo, los eurodiputados solicitaron a los países que todavía no se hayan adherido al Sistema Interamericano de Derechos Humanos «que lo hagan con la mayor rapidez y que participen plenamente en el mismo».
Los parlamentarios instaron a Venezuela a cumplir las convenciones y cartas internacionales y regionales de las que es país signatario.
En ese contexto, consideraron que la decisión de los poderes legislativo y judicial de Venezuela de apoyar la propuesta de su presidente, Hugo Chávez, de retirar al país de la CIDH, «pone de manifiesto el incumplimiento del principio de separación de poderes en dicho país y la absoluta sumisión de los poderes legislativo y judicial a las decisiones políticas del presidente».
En el debate previo a la votación, la eurodiputada socialista belga Véronique De Keyser recordó que no todos los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) son miembros de la CIDH, y citó como ejemplo a Estados Unidos y Canadá.
Aunque los dos países son parte de la OEA, nunca han ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos, el principal instrumento jurídico de la CIDH por el que se rigen 25 países
No obstante, ambos países tienen que cumplir las obligaciones a las que están sujetos y son evaluados por la CIDH por haber firmado la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre.
La eurodiputada liberal rumana, Renate Weber, por su parte, rechazó que un país pretenda dejar la CIDH «cuando sus resoluciones no le convienen», en tanto que la socialista española María Muñiz insistió en que ha llegado el momento de «fortalecer esa institución» y de pedir la adhesión de los Estados de la OEA que aún no se han unido a ella.
Por contra, el eurodiputado español de Izquierda Unitaria, Willy Meyer, destacó en un comunicado que la resolución es una «injerencia de la derecha europea, que decide aprobar esta resolución intentando deslegitimar a la República Bolivariana de Venezuela en pleno proceso electoral hacia las elecciones presidenciales del próximo mes de octubre».
Hugo Chávez anunció el mes pasado que ha pedido al Consejo de Estado que le prepare argumentos para concretar su deseo de sacar al país de la CIDH -un órgano autónomo de la OEA-, a la que acusa de ser «un mecanismo» que EEUU «usa» contra su país.
En concreto, Venezuela ha acusado repetidamente a la CIDH de estar sesgada en su contra y, desde 2002, ha negado las peticiones de la Comisión para visitar el país, por considerar incluso que respaldó el intento de golpe de Estado contra el Gobierno de Chávez en abril de ese año.