Nubes oscuras en el cielo de la ciudad, por estas épocas, significan precipitaciones; sin embargo, para los habitantes de la avenida Terepaima, entre las calles Leones Norte y Leones Sur, de la zona de El Pedregal, al este de la ciudad, connota un miedo que brota por experiencias anteriores, debido a las incontables veces que esa vía se ha inundado hasta tapar un carro tipo familiar.
Justo cuando la topografía de la avenida junta dos cuestas en su parte más baja, se encuentra la alcantarilla del drenaje que recoge las aguas de lluvias de la zona. Este sistema, que es vital para mantener las calles sin ninguna aglomeración de agua, no ha funcionado bien desde hace mucho tiempo.
En el último año, en la época de lluvia pasada, la familia Mendoza, una de las más afectadas de esta situación, ha sufrido múltiples inundaciones que invade su casa y empapa sus enseres más personales, los que se encuentran dentro de su hogar.
Es por ello que, Frank Mendoza, al igual que sus vecinos más cercanos, han debido realizar modificaciones a sus viviendas para evitar este «trago amargo».
«Hemos subido el garaje unos 27 centímetros para que las aguas no lleguen a los carros», indicó Mendoza, además de realizar un muro en forma de escaleras por ambos lados, justo en frente de la puerta de la casa, tomando en cuenta que desde la alcantarilla hasta su hogar, existen al menos diez metros de diferencia y, por condiciones de terreno, su residencia queda bastante elevada desde el origen del conflicto.
Tanto la alcantarilla que se encuentra a lo largo de la calle, como las ‘bocas de sapo’ que están en la acera este de la avenida, están llenas de maleza y hojas que pudieran empeorar las condiciones que deben tener estos sistemas para poder recolectar el agua; elementos que, una vez dentro de los drenajes, pueden obstaculizar el paso del líquido y generar la inundación.
«Pedimos a Emica que venga a revisar este sistema, que nos ayude con el problema, pero nada», explicó Frank, quien entre sus manos mostró los 5 comunicados enviados al organismo adscrito a la alcaldía de Iribarren en diferentes épocas del 2011, sin que esto haya tenido algún efecto traducido en respuesta.
Según el afectado, el problema se origina toda vez que los objetos recogidos por las alcantarillas del drenaje son trasladados por el sistema hasta el final del tubo, en la urbanización Chaimare, «donde creemos que la dimensión de los drenajes es más pequeña, lo que provoca la obstrucción con ayuda de los desechos recogidos», presume Mendoza.
Sin embargo, esta teoría no ha sido comprobada por persona u organismo responsable, y es por ello que ha solicitado la ayuda de la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente, la cual está encargada de estos servicios en toda la ciudad.
Frank Mendoza y sus vecinos, hacen un llamado a la alcaldía de Iribarren para que tome los recaudos necesarios en relación a este tema y pueda solventar el problema que afecta a las familias de la zona y a todo aquel que use esta vía, la cual conecta a varias urbanizaciones, además de ser la arteria principal del sector El Pedregal.
Antecedentes
La vez anterior en la que ocurrió una inundación en el lugar fue el 28 de octubre del 2011, el agua cayó en gran cantidad y aquellos que se arriesgaron a pasar con sus vehículos se quedaron en el sitio. El agua tapaba los autos particulares y esto le provocaba el desperfecto.
Es la misma topografía del sitio la que origina una impresionante acumulación de agua, que afecta, no sólo a los que por allí pasan, sino también a las casas que tienen sus accesos hacia la calle.
Foto: Ricardo Marapacuto
