Infinitos escenarios se conjugan en la propuesta plástica de Napoleón Graziani Bressanutti, virtuoso del arte cinético. El creador venezolano radicado en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, presentará el próximo martes 24 de mayo la muestra Dinamismo, que comprende una selección del trabajo que el artista ha venido realizando desde hace más de una década.
La Sala de Exposición Juan Carmona, bajo los auspicios de la Fundación Juan Carmona del diario EL IMPULSO, recibe a Graziani como uno de los más connotados exponentes de la corriente que se desprende del arte contemporáneo.
Un mundo de posibilidades
Detenerse delante de una de las obras de Graziani Bressanutti implica sumergirse en una aventura que da lugar a un mundo de múltiples posibilidades, matices y contrastes. Sus obras en pequeño, mediano y gran formato seducen al espectador, invitándolo a descubrir el núcleo del caudal de sensaciones ópticas que provoca la obra que parece descomponerse y dosificarse y, al mismo tiempo, encontrarse para concebir nuevas figuras que el sentido visual no deja de registrar.
Detenida o en movimiento, las creaciones de Graziani Bressanutti, quien apostó por el arte cinético, resultan un extraordinario acontecimiento que, sin duda alguna, dan cuenta de esa aleación entre la tecnología y el hecho creativo cotidiano. Este venezolano, reconocido dentro y fuera de nuestras fronteras, nació en 1977. Debido a sus raíces, está ligado al arte desde su infancia.
En su blog personal expone que a los siete años de edad comenzó a estudiar en los talleres del Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber (Macsi), en la ciudad de Caracas. Más tarde se inclina por el dibujo, la pintura contemporánea y la expresión artística a través de nuevos medios tecnológicos.
Posteriormente, ingresa a la Escuela de Bellas Artes Arturo Michelena, en su ciudad natal, Valencia; donde cursó estudios de arte puro. Luego, participa en el Philip Art Expression para jóvenes talentos en 2002, obteniendo una mención de honor con la obra titulada Cerros de Caracas.
Hoy día, su talento está representado en diversas e importantes colecciones de arte del país, así como en Europa, Emiratos Árabes Unidos, el Caribe, y en todo el continente americano, donde le fue otorgado un reconocimiento a su obra de arte cinético en el prestigioso Museo de Arte Latinoamericano (Molaa) en Long Beach, California; recompensando de esta manera la riqueza que este artista ha venido plasmando en sus estructuras llenas de vibración. Para este joven creador «lo que debe representar el cinetismo no es el movimiento, sino la energía, la cual es responsable del movimiento… de ahí nace el dinamismo».
Más que fuerza, energía
El artista hizo gala de su virtuosismo a finales del año pasado cuando presentó Dinamismo en Caracas.
Su profusa investigación arrojó una serie de obras que, además de la fuerza implícita, lograron impactar por su perfecta sincronía y fusión de elementos cinéticos y digitales.
Graziani se ha ganado el reconocimiento de la crítica. Por ello, es considerado por muchos coleccionistas, amantes del arte y expertos del tema, como el artista más joven en Venezuela que logra y mantiene un lenguaje plástico coherente con el legado del cinetismo venezolano.
El cinetismo es definido por los especialistas como la obra de arte que se mueve o aparenta moverse. Sin embargo, para Graziani «lo interesante es de dónde viene ese movimiento físico o aparente que es la energía. Partiendo de esta idea, el artífice destaca que la energía es la base fundamental del universo».
Esta energía expandida y en movimiento presente en las obras de Graziani palpita en países como España, Italia, Francia, México, Chile, Argentina, Colombia, República Dominicana, Venezuela y Estados Unidos.
El artista explicó en dicha oportunidad que Dinamismo comprende obras que son producto de un proceso real de investigación, con contenido, las cuales participan dentro del mercado del arte.
«Mi intención es despertar la conciencia del espectador en cuanto a lo que somos como entes o como seres llenos y rodeados de energía», explica.
Se conoció que el artista trabaja en sus próximas exposiciones para este año, las cuales son por lo general, de forma individual.
Las ciudades de Milano y Roma (Italia), Buenos Aires (Argentina) y Lima (Perú) son las localidades que recibirán al artista que participó, junto a otros latinoamericanos, en la ciudad de Long Beach (California) en la última subasta del Museo de Arte Latinoamericano. Su obra fue una de las más pujadas en este evento.
Cóncavo y convexo
Para Graziani, el cinetismo es luz y sombra, vacío y lleno, cóncavo y convexo. Así lo aseguró durante una entrevista que le realizó el periodista Jorge Carlos Abia.
La fuente cita que el artista se dedicó al cinetismo luego de estudiar la obra de Carlos Cruz Diez que está ubicada en la redoma de Guaparo, en Valencia, la cual observó detalladamente para empezar sus ensayos con líneas y colores repetidos. Tiene 10 años aproximadamente trabajando esta corriente. Sus influencias artísticas han sido los maestros venezolanos Carlos Cruz Diez y Jesús Soto.
Para sus creaciones, expone la nota, utiliza materiales que son muy accesibles, sin embargo, poco utilizados por los artistas. Por ejemplo, cuando hace arte digital, luego lo imprime en «banner» la lona usada para las grandes vallas publicitarias por ser un material bondadoso y poseer gran durabilidad. Asimismo, maneja entre otras cosas el bambú, bronce, acrílico transparente y nylon para la sobreposición de las barras y demás elementos.
En cuanto a los colores, utiliza habitualmente los complementarios y aditivos, es decir, aquellos que se mezclan entre sí con facilidad y que generan en el ojo, a cierta distancia, una identidad diferente. Anteriormente, aplicaba el amarillo, blanco y negro.
Graziani forma parte del Colectivo Proarte, grupo de jóvenes promotores y emprendedores que, unidos, trabajan en pro del arte.
«Este artista ha considerado el vacío como materia para su asunto: crear un movimiento dentro del cual toma en cuenta la dinámica y no el movimiento solamente, concentrándose más en su peso dentro de la interacción, experimentándolo de una manera más compleja, pero a la vez simplista».
Buscador errante
La crítico de arte Nicomedes Zuloaga Pocaterra expone que en un país tan exagerado y calumniador, tan dado a lo superficial e intrascendente, a lo inmediato, al desprecio de lo que pretende profundizar y penetrar más allá, Napoleón toma el camino del arte conceptual cuando pensábamos que este movimiento, concretamente el arte cinético, estaba ya muerto y enterrado, o casi muerto. Es valiente. El verdadero artista es un buscador errante. «Busca en su arte las respuestas que escapan, muchas veces, a las trampas del intelecto. Busca en un trazo, en la estética o en un espacio, en la sombra y la luz lo que su propia sombra y su luz todavía no alcanza».
Zuloaga Pocaterra agrega que la obra de Napoleón en un principio, se calificó de Cinética. Algunos pensaban que se parecía a la obra de Soto, pero el buscador errante Napoleón, incorpora en su investigación nuevas técnicas, utilizando la computación para elaborar sus obras de arte.
«Va más allá e incorpora de manera inédita en el espacio lo que él llama dinamismo».
Esa energía dinámica, acota la crítico, podemos identificarla con la fuerza primordial «pontífice» entre el mundo visible y el mundo imaginado.
Creación óptica pura e ilusión
«He ido despertando» fue una de las primeras cosas que dijo Napoleón para dar cuenta de que la intensidad de sus búsquedas lo han llevado a entender el mundo que tienen sus ojos por delante. Ya no puede ver masa, lo que ve es la perfecta sincronización de un mundo desprovisto de formas, que todo el tiempo va creando, en un proceso interdinámico y evolutivo que da cuenta de todo lo que somos». Así lo expresó Marisol Pradas, crítico de arte. Sus creaciones, cita, son luz pero también transparencia. «Es el fondo, pero también la orilla. Es la creación óptica pura y lo es también la ilusión».
Graziani, añade, no está apurado en hacer su obra. Lo que busca es alcanzar su propio sello con un lenguaje universalmente conocido. «Por ello, más que de cinetismo, Graziani habla de arte dinámico, que es en sí la energía de este movimiento que une colores que crean espejismo de otras tonalidades e inclusive animan fuertes matices que no estuvieron en los cromos originales. También busca calidad. Y de allí que haya atravesado los penetrables de Soto una y otra vez para reinterpretarlo (pedazos de un gran todo) de formas muy disímiles, ambiciosas algunas, más sencillas otras; hasta lograr, inclusive, una pieza homenaje al maestro nacido en Ciudad Bolívar».
Sus obras, expone la crítico, atraen de manera particular porque, además del color aditivo que se genera por la forma de usar los tonos primarios, el uso de los bastoncillos, conos y células, logran un despliegue tan oportuno e intenso mientras el espectador va pasando frente a la obra, que cobra fuerza la idea del dinamismo, el cual siempre invita a tocar o husmear para descubrir que el truco no es otro que la habilidad de usar los recursos de siempre con otras concepciones.
Fuente: Blog del artista
Fotos: Cortesía del artista y Edickson Durán
