José Luis Rodríguez “El Puma” ofreció un concierto magistral en la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, escenario donde regaló dos horas de su descomunal voz, un vozarrón que conserva a sus 69 años, aderezada con histrionismo, carisma, ocurrencias y hermosas palabras que llamaron a la reflexión y al amor.
El espectáculo comenzó a las 8:00 p.m. con la actuación del trío Los Panchos, quienes llegaron con sus guitarras en brazos para enamorar a todos los presentes con emblemáticos temas que están en la memoria de todos los románticos. Además de sus impresionantes ejecuciones con las seis cuerdas, sus voces engalanaron inolvidables temas que fueron cantados por el público.
Interpretaron Historia de un amor, y en el segundo tema tuvieron un problema de sonido que fue solventado inmediatamente. Siguió Flor de azalea y No me quieras tanto. “La mera verdad, qué bonito coro, coro de ángeles, aquí en Caracas, Venezuela”, dijo uno de los mexicanos quien rememoró que nacieron el 14 de mayo de 1944.
Con entrega cantaron canciones que han sido consideradas “las más románticas del mundo”. Se presentaron ante su público, quienes los ovacionaron a plenitud: Jaime Islas (primera voz), Taurino Vargas (segunda voz) y en la dirección artística, durante 34 años consecutivos, Gabriel Vargas.
Se escuchó Bésame mucho, Quizás, Alma Llanera, entre otros temas. “Que viva Venezuela y México”, expresó uno de los aztecas antes de retirarse a las 8:50 p.m. “Gracias Caracas”, dijo el trío.
Su trayectoria
Cinco minutos fueron suficientes para preparar el escenario para “El Puma”, quien llegó acompañado de seis virtuosos músicos y ocho bailarines que sobresalieron con sus sensuales movimientos y vestuarios.
Rodríguez llegó vestido de etiqueta, y sin hacer esperar a su público, comenzó su repertorio con el tema
Si queremos podemos, al finalizar pidió que le prendieran la luz, pues quería ver a los asistentes, a lo que preguntó: “¿Quién me ve por primera vez?”, muchos levantaron las manos, a lo que el artista dijo entre risas, “por qué esperaron tanto tiempo para verme”, ante una sala donde variaban la edades.
Con una voz impecable, y con la fuerza histriónica que lo caracteriza, invitó a los presentes a tomarle la mano a su acompañante para escuchar el tema Voy a conquistarte. Luego enfatizó que no debemos perder la esperanza y cantó Por si volvieras.
“Esta noche puede ser la noche de pedir perdón, pero perdón es olvidar, no sirve que se perdone, pero no olvide. Cuando perdonas adelgazas, porque te quitas un peso”, dijo entre risas e interpretó Culpable soy yo, al finalizar se quitó el flux y la corbata, lo que ocasionó algarabía entre las féminas.
Siguió Boca dulce boca, La fiesta, amante eterna, Qué se siente y De punta a punta. “Hay que luchar con la monotonía, siempre hay que ponerle un toque de locura y celos a la relación. Esta canción no la tenía en el repertorio, porque la tengo en balada, pero me cansa mucho y la convertí en bachata”, interpretó Un toque de locura y luego Atrévete.