Lo que se inició como desacato judicial hace ocho días terminó en huelga de sangre la mañana de este jueves. Desde la noche del miércoles quienes permanecen detenidos desde hace varios meses en los calabozos de la Policía del estado Lara, en la calle 30, amenazaban con motín o huelga de sangre.
La riesgosa intención se concretó y desde la madrugaba de ayer comenzaron a ocasionarse heridas en los brazos, piernas y otras partes de cuerpos. Angustiados, los familiares de los procesados por los tribunales, pero que no han podido ser trasladados a la cárcel de Uribana porque el director de penal se opone al ser “presos de un gobierno opositor”, fueron llegando a las afueras de la comandancia.
Según algunas madres y esposas de los internos, los funcionarios detenidos por estar incursos en algunos delitos, salieron del pabellón donde están y comenzaron a golpear al resto de la población. En la aparente trifulca resultaron lesionados 14 reos.
Heridas leves
La directora de salud en el estado Lara, Ilyana Guarenas, desde las afueras de la emergencia informó a los medios que al centro asistencial llevaron a 14 detenidos.
“A los heridos se le apreciaron lesiones superficiales. Ellos manifestaron que se autoflagelaron porque necesitan llamar la atención de las autoridades debido a la situación de hacinamiento”.
Aseguró que no hubo necesidad de hospitalizar a ninguno y que luego de haberles suturado las heridas los retornaron a la comandancia de Policía.
En los calabozos con capacidad para 80 personas, se mantienen más de 300 detenidos. De acuerdo al testimonio de sus familiares muchos internos padecen enfermedades como amibiasis y escabiosis (mejor conocida como sarna) y requieren tratamiento y traslados a lugares más amplios.
Fotos: Edickson Durán