En riesgo permanente de contaminación se encuentra una numerosa población al sur de Duaca, así como de varios caseríos del municipio Crespo, debido al colapso de la antigua laguna de oxidación por la carencia por completo del mantenimiento que obligatoriamente debe darle el Ministerio del Ambiente.
Con mucha frecuencia quienes residen o trabajan en la aldea de artesanos de Paso Real, a la entrada a la ciudad, o en sectores como Rey dormido, Moroturo y Calle Nueva, deben padecer los fétidos olores que surgen de las aguas fecales semi estancadas a poca distancia.
Aníbal Reyes, uno de los afectados, explicó que en muchas oportunidades han tenido que ser suspendidos los cursos que se dictan en el centro por lo insoportable de los olores.
“Ese es un foco de contaminación constante que, además del ambiente, también afecta las quebradas Barro Negro o Tumaque que reciben las aguas contaminadas con coliformes fecales que bajan hasta La Pica, El Eneal, El Toro, El Paují, Nonavana para, finalmente, caer en el río Turbio”, explicó.
El ingeniero Jesús Dugarte, por su parte, informó que el año pasado, con un grupo de estudiantes, se hizo un estudio sobre la situación de la laguna y se llegó a la conclusión de que urgentemente debía dársele mantenimiento para tratar de salvarla pero no se hizo nada.
Dijo que el agua procedente de zonas residenciales de Duaca, contaminada con coliformes fecales, ingresa a la laguna y sin recibir tratamiento alguno sale de nuevo hacia la quebrada.
“Esto es responsabilidad del Ministerio del Ambiente y se calcula que en los últimos veinte años no se le ha dado tratamiento alguno y por lo tanto la sedimentación y la maleza la ha reducido a menos de la mitad de su espacio.
Pero también en El Eneal están preocupados por la falta de mantenimiento a la laguna de oxidación, que también está reduciéndose a pesar de estar autorizando la construcción de nuevas urbanizaciones. Ivón Alcalá y Oswaldo Escalona fueron los portavoces de esa preocupación, que es el de toda la población hasta donde también llegan los olores nauseabundos procedentes de ese embalse.
Alcalá dijo que hace unos cinco años la laguna fue inspeccionada por técnicos de Malariología pero “todo fue un saludo a la bandera porque no hicieron nada”.
“Nosotros estamos exigiendo su ampliación o que la cambien de sitio para que no afecte a los habitantes de El Eneal con la contaminación ambiental que provoca.
Escalona insistió en la necesidad de que el Ministerio del Ambiente le haga una inspección para que confirmen el peligro de enfermedades en que se encuentra la población.
Igualmente consideraron necesario hacer lo mismo con la de Duaca, que se encuentra en peores condiciones pues de aquella laguna de oxidación puesta en servicio hace unos 40 años apenas queda un pozo que no cumple ninguna función pues las aguas servidas solamente llegan a ella de paso para luego caer en la quebrada más cercana.
Recuerda que hace unos años habitantes de Nonanavana le hicieron una inspección pues les resultaba insoportable tener que soportar los malos olores que surgían de las aguas no tratadas procedentes de la laguna.
Luego fueron al Ministerio del Ambiente en Barquisimeto a exigir solución a grave problema de salud que confrontaban pero no les hicieron caso.
“Estamos frente a un serio caso de desidia oficial ante un problema que pone en peligro permanente la salud de miles de personas, sobre todo niños, y quienes dirigen el Ministerio del Ambiente en Lara no pueden hacerse de la vista gorda y no hacer nada”, dijo el ingeniero Dugarte.
“Que se apiaden de nosotros y de todos nuestros vecinos que debemos respirar ese aire contaminado”, dijo por su parte Aníbal Reyes.
Hugo J. Boscán
Fotos: Luis Salazar