La voz de uno de los genios imborrables de la escena musical latinoamericana, hizo silencio el 15 de mayo del 2010 luego de sufrir un colapso, al culminar el que hasta ahora, ha sido último recital como solista en la ciudad de Caracas.
Gustavo Cerati hizo que el mundo entero volteara la mirada hacia Venezuela. Tras bastidores del escenario dispuesto para él en el estadio de la Universidad Simón Bolívar, el protagonista de ese fenómeno musical llamado Soda Stereo, se desvaneció en un intento de participar en la tradicional foto post-show que se realizaba cuando terminaban el tramo de una gira.
En Venezuela se despedían de la segunda parte del tour Fuerza Natural, y Gustavo Cerati partiría a España a promocionar el disco y encontrarse con su novia, la modelo Chloé Bello. Pero el rockero argentino no alcanzó a subir al avión y, por el contrario, fue llevado de emergencia a una clínica capitalina, a causa de una isquemia cerebral transitoria.
La noticia había corrido como pólvora, aunque todo parecía un rumor hasta el día siguiente, ese domingo 16 de mayo en el que, pese a los intentos de los médicos, tuvo aquel Accidente Cerebro – Vascular que lo mantiene en estado de coma.
Ese día estuvo consciente pero sin poder hablar. Su sonidista Adrián Taverna lo acompañó en todo momento. Según contó en entrevistas posteriores, lo notó fastidiado y nervioso, golpeando las barandas de la cama con su mano izquierda. Gustavo comió y vio televisión, lo que significó un aliento para sus músicos, quienes pensaron que al día siguiente podrían volver a casa.
Pero el inminente ACV llegó, y con él, el dolor de los amantes del rock latinoamericano.
El después, aún sin despertar
Laura, la hermana de Gustavo, viajó a Venezuela y otorgó un permiso para su operación, puesto que era necesario descomprimir su cerebro. Estuvieron 20 días en Venezuela, sorteando la visita de periodistas en busca de la noticia.
Luego vino el traslado a su natal Argentina, donde los pronósticos fueron aún menos alentadores. Clínicamente, los informes arrojaban “un infarto extenso en el hemisferio cerebral izquierdo y daño del tronco cerebral secundario”.
Desde entonces, el genio de la música se encuentra rodeado de sus afectos. Una fotografía de sus hijos Lisa y Benito, y un IPod con la música que solía escuchar, son el escenario constante en su habitación, donde su madre, Lilian Clark, mantiene vivas las esperanzas de verlo despertar con una fuerza natural.
El último parte médico oficial colgado en las redes sociales del artista, fue el 22 de diciembre del 2011. “El paciente continúa internado en la clínica, se mantiene estable sin interrupciones agudas, en excelente estado nutricional y neurológicamente estable. Estudios realizados recientemente, permiten iniciar un esquema terapéutico multidisciplinario con el fin de continuar estimulando respuestas neurológicas”, rezaba el texto avalado por el médico de cabecera del artista.
Las declaraciones más recientes –en febrero- fueron las de Lilian Clark en un contacto vía telefónica a un programa de radio argentino: “De aspecto está muy bien, muy bien cuidado. Yo creo que nos necesita; cuando le hablo, él responde, da vuelta su carita, mueve las manos, oye. Yo miro los monitores porque ellos no mienten, hay una parte que demuestra si se emociona o no, da índices matemáticos”.
Lago en el cielo, de su disco Ahí vamos, fue el último tema del recital en Caracas, el último en vivo.
Fotos: Archivo