En vista de la alarma presentada en el aeropuerto internacional de Maiquetía por la presencia de un viajero diagnosticado con sarampión, así como de pasajeros provenientes de Haití con cólera, Armando Sánchez, médico sanitarista, explicó que en Venezuela no habrá epidemia de sarampión ni de cólera.
“Los 500 casos que hace algún tiempo llegaron a Venezuela fueron personas que estaban en ratos de recreación en las playas de República Dominicana, un país donde existe mucha pobreza, a pesar de la imagen de riqueza que proyecta el turismo”, estimó.
Considera que el cólera es una enfermedad de la pobreza, relacionada con la ingesta de la bacteria vibrio cholerae que entra al organismo a través de ingesta de alimentos o agua contaminadas, como también por manos sucias.
Tiene un período de incubación que puede tardar entre horas y tres días, a partir de allí la persona empieza a tener fiebre, náuseas, vómitos y evacuaciones en forma de agua de arroz, lo cual produce deshidratación inmediata, acidosis, daño renal, shock y hasta la muerte si no es tratado a tiempo.
“Debe comenzarse un tratamiento rápido con soluciones hidroelectrolíticas y antibióticos”, dijo.
Medidas de prevención
Armando Sánchez estimó que la principal medida de prevención del cólera es el suministro de agua con cloro (potable) por parte del gobierno a toda la población.
En este sentido, indicó que Hidrolara debe continuar con el tratamiento físico-químico del agua para toda la población del estado Lara.
“Las personas que no tengan agua potable deben hervir el agua para tomar y para preparar los alimentos. Apenas comience el hervor se apaga el agua y se deja reposar para el posterior consumo humano”, indicó Sánchez.
Otra medida es el saneamiento básico de letrinas, tanques sépticos y sumideros, cloacas y lagunas de oxidación.
“En las ciudades que no tienen lagunas de oxidación es necesario que tengan plantas de tratamiento para no verter aguas contaminadas a la masa hídrica, bien sea ríos o quebradas, que aguas abajo puedan ser consumidas por otras personas”, indicó el especialista.
La higiene personal, de manera resaltante con el lavado de manos con agua y jabón, tanto para la preparación de alimentos como antes de comer, y después de hacer sus necesidades fisiológicas.
La población también debe tomar en cuenta el buen lavado, cocción y conservación de los alimentos.
“Los alimentos provenientes del mar no deben comerse crudos, porque no sabemos de cuáles aguas provienen y el nivel de contaminación de las mismas”, explicó.
Cero alarma
El médico sanitarista reiteró que no debe existir alarma en la población, así mismo, destacó que existen suficientes especialistas en la estructura sanitaria y en el sector clínico capaces de diagnosticar estas enfermedades y tratarlas de inmediato, siempre y cuando cuenten con los medicamentos.
“Lo principal es contar con las soluciones hidroelectrolíticas, esto vale en el caso de cualquier tipo de diarreas, de igual manera debemos promover la lactancia materna que protege a los bebés de este tipo de enfermedades”, dijo Sánchez.
Señaló, que en caso de no conseguir las sales rehidratantes en las farmacias, éstas se pueden preparar en casa de la siguiente manera.
“En un litro de agua potable o hervida se coloca una cucharadita de sal (5 gramos), combinado con 8 cucharaditas de azúcar (40 gramos), ½ cucharadita de bicarbonato de sodio y un chorro de limón o mandarina que contienen potasio”, detalló el médico sanitarista.
“Estos sueros se pueden hacer en el país, tenemos formas para producirlos, de hecho, se deberían construir por regiones político-administrativas laboratorios para la producción de medicamentos y productos biológicos, uno de ellos debería estar en el estado Lara”, insistió.
Tranquilos con el sarampión
Con respecto al sarampión, Sánchez recalcó que desde el año 1994 se ha contado con una doctrina sanitaria de fase preparatoria, de ataque, de consolidación y de mantenimiento.
“Esto nos hace pensar que no será sencillo que el país entre en epidemia aun teniendo casos importados, de manera que no es necesario que la población adulta salga a vacunarse contra el sarampión”, destacó Sánchez.
Explicó que el Esquema Nacional de Inmunizaciones establece una dosis entre los 12 y 15 meses de nacido y un refuerzo posterior.
“La trivalente viral tiene tres inmunógenos y protege control el sarampión, rubéola y la parotiditis”, señaló Sánchez.
Resaltó que esta vacuna evita la enfermedad así como las complicaciones que décadas atrás existían, tanto de daño cerebral, neumonías, otitis media, diarreas e infecciones de laringe y tráquea, sobre todo en niños con desnutrición.
“El caso que llegó de sarampión provenía de España, y es conocido que en los países europeos la cobertura de vacunación contra este virus disminuyó en los últimos años, lo cual no ha sucedido en Venezuela”, resaltó.
De manera que, hasta la fecha, la tranquilidad debe reinar en la población en cuanto a estas dos enfermedades.
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