La industria venezolana de fabricantes de autopartes, es uno de los sectores que siempre que esté operando, aun cuando sea con algunas dificultades, mantiene un bajo perfil mediático, pero cuando convocan a los medios de comunicación, es porque la situación por la que están atravesando es verdaderamente angustiante, así lo demostraron la semana pasada con cifras y documento en manos que son irrebatibles.
Nadie puede entender cómo es que una industria que genera más de 30.000 empleos, que presenta cifras que revelan un crecimiento en sus ventas del 12% en el primer cuatrimestre de este año, se encuentre atada de pies y manos, debido a la existencia de numerosos obstáculos que les obliga a reclamar un impulso a la producción nacional de autopartes y vehículos ya que el país dispone de una importante capacidad de producción y requiere lograr un sostenido crecimiento para generar al país, a sus trabajadores y a los consumidores en general.
Si bien las ventas registraron un repunte, no ocurrió lo mismo con las exportaciones de autopartes nacionales, las cuales siguen sin recuperarse. En efecto, la conflictividad laboral, la falta de divisas para importar materias primas, la inseguridad en el suministro de materias primas por parte del Estado, la alta inflación, los problemas portuarios y la reforma de la Providencia Cadivi 101, entre otros factores, ha impedido la reactivación de las exportaciones, las cuales toman tiempo en la industria automotriz, para capturar los muy exigentes y competidos mercados internacionales, y lograr programas de exportación de mediano y largo plazo, en los cuales la industria nacional de autopartes tiene experiencia, ya que en años anteriores llegó a exportar hasta US$ 260 millones anuales, en diferentes productos hechos por venezolanos y destinados a distintos países.
Uno de los más agudos problemas por los cuales atraviesa la industria de autopartes, es la falta de divisas, ya que mientras durante el año 2011 recibieron todas las empresas afiliadas a Favenpa liquidaciones de divisas por US$ 280 millones y los correspondientes certificados de No Producción Nacional (CNP) para producir autopartes nacionales, siendo la producción nacional de vehículos 102.409 unidades.
Se da el caso que en este año, cuando se proyecta un aumento en la producción de vehículos para alcanzar la meta de 150.000 unidades, se ha comenzado a registrar una demora en la liquidación de las divisas por parte de Cadivi, pasando de 37 días en diciembre, hasta 83 días en el mes de abril de este año, lo que ha generado una situación de molestia entre los proveedores internacionales, quienes ya han advertido a algunas industrias, que no continuarán los despachos si no se agilizan los pagos.
Como consecuencia de esta situación, las empresas más críticas ya han incurrido en interrupciones de operaciones en plantas por falta de materiales, por ahora, con baja afectación en las líneas de producción de las ensambladoras de vehículos y el mercado de reposición, pero esta situación se agudizaría si las empresas no reciben en mayo las divisas que le permitan honrar sus compromisos internacionales adquiridos para poder importar nuevos materiales.
Las solicitudes de divisas pendientes aumentaron en diciembre de 2011 a 453 solicitudes, en enero de 2012 subió a 812 solicitudes, en febrero se elevó a 1.071 y en abril ha alcanzado a 1.420 solicitudes, retrasos que han contribuido a que la deuda con los autopartistas se incremente en forma alarmante, habiendo recibido la industria en el primer cuatrimestre 48% menos divisas que las recibidas en el mismo período del 2011, cuando ha debido obtener mucho más tomando en consideración el crecimiento registrado en el ensamblaje de vehículos.
En estos momentos, la deuda de Cadivi con la industria nacional de autopartes, se eleva a US$ 120 millones, solicitando concretar el pago en el mes de mayo, definir el presupuesto de divisas para el sector en el año e implementar un mecanismo alterno al Sitme y a Cadivi, que permita a las empresas adquirir divisas para nuevos materiales con proveedores internacionales, en casos de emergencia o retrasos en las aprobaciones de las Autorizaciones de Liquidación de Divisas (ALD).
Otros factores adversos
La reducción de producción de Sidor es otro de los factores que ha estado afectando la producción nacional de autopartes, ya que han obtenido parcialmente sus requerimientos de aceros nacionales para poder suplir a las ensambladoras de vehículos y al mercado de reposición.
De acuerdo con los números de Favenpa, en el último semestre, se recibió menos del 50% del acero requerido, asegurando que los requerimientos semestrales superan las 30.000 toneladas por parte de los fabricantes nacionales de autopartes, emplazando al Gobierno a garantizar el suministro prioritario, oportuno y suficiente de los aceros que requieren los autopartistas, para evitar las interrupciones de producción e importaciones de autopartes terminadas.
También expresaron su preocupación por el Acuerdo de Preferencias Arancelarias suscrito entre Colombia y Venezuela, sobre todo, en lo relativo al tratamiento que se ha dado al sector automotor, lo cual podría dar al traste con el objetivo de fortalecer la industria nacional de autopartes, ya que el reconocimiento de las autopartes fabricadas en otro país en el ensamblaje local de vehículos, desplazaría la fabricación de autopartes venezolanas.