La ausencia del presidente venezolano en nuestro país ha provocado un desastre comunicacional en el PSUV. El partido rojo, que se caracterizaba por tener una línea discursiva fuerte y consistente, hoy se caracteriza por las continuas contradicciones de sus voceros. Veamos varios ejemplos.
El vicepresidente de la República, Elías Jaua, dijo en un programa de radio esta semana que la oposición «apuesta a que Chávez no esté, es la misma apuesta del vacío de poder, la del revocatorio, es la apuesta a pensar e imaginarse un escenario sin Chávez porque saben que no pueden derrotarlo electoralmente.” Además añade que el mandatario en su estadía en Cuba “se ha concentrado en ejercer sus funciones de Jefe de Estado; en su recuperación se ha dedicado a pensar en políticas para eliminar la pobreza; a analizar e impulsar el desarrollo de la Constitución, saldando deudas como la Lottt o la ley del Consejo de Estado”.
Es irónico que Jaua acuse a la oposición por un escenario que incluya la ausencia de Chávez cuando ese escenario fue justamente elaborado en el seno del Comando Carabobo por Castro Soteldo. Por cierto que al gobernador nunca le llamaron le atención en público por su “metida de pata”. Entonces Jaua, ¿es la oposición la que inventa o es el liderazgo medio rojo el que está marcando la pauta? ¿Será que en las “cúpulas podridas” no se escucha lo que dicen en las bases?
Otro ejemplo del caos interno que vive el PSUV fue apreciado esta semana y su protagonista fue el Ministro de Interior y Justicia, Tarek El Aissami. Este señor, con orgullo y vehemencia, afirmó que el presidente llegaría a nuestro país en las próximas horas. «El Comandante retornará victorioso para continuar con la liberación plena de nuestro pueblo». Sus palabras fueron pronunciadas el martes para luego ser desmentidas por VTV, el ministro de desinformación Izarra y hasta por Mario Silva. Entonces panas, ¡pónganse de acuerdo vale!
En estos días nos hemos podido dar cuenta de cómo la palabra “transición” ha invadido el subconsciente de los rojos. Están aterrados. Se sienten perdidos sin su comandante. Están tan desorientados que hasta le responden a los voceros de oposición e intentan influir en la opinión pública. La diputada Tania Díaz aseguró que el Consejo de Estado no es un órgano de transición, sino de consulta. Earle Herrera dijo que el Consejo de Estado “no es un Consejo de Transición” sino que es una figura que dicta la constitución con la función de plantear ideas. García Carneiro refutó la idea de que la conformación del Consejo de Estado responda a una posible «transición» del presidente Hugo Chávez, quien «será siempre el Comandante en jefe de esta Revolución (Bolivariana)». José Vicente Rangel afirma que «yo no le estoy velando el puesto a nadie, no tengo aspiraciones de ese tipo. Este no es un organismo para manejar la transición».
La observación es la siguiente: ¿Si la transición no es una opción para el chavismo, porque se debe aclarar tantas veces? ¿Cuál es la necesidad de repetir, con distintos actores, el mismo mensaje? ¿ Será que esto tiene que ver con la “unidad” que le pide Chávez a los suyos?
Palabras más palabras menos, este no es el PSUV que veíamos hace 15 meses. Los rojos están afectados por la ausencia de su líder. La última aparición pública del presidente, en donde aprobó la LOT, fue dramática. El “carómetro” de los invitados era de tristeza.
Lo he dicho anteriormente, en épocas de incertidumbre y de tensión es hasta divertido ver las contradicciones y metidas de patas de los voceros rojos. Así que por favor camaradas ¡A seguir mostrando las costuras y adelante con el show!
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