No es la poesía lo que ha comprendido mi vida.
Sin embargo me siento hoy motivado para hablarle y pedirle perdón a nuestra Madre Patria por formar parte de unos hijos que le han traicionado y puesto en las manos de quienes hoy, han hecho de ti, un cementerio de esperanzas.
Perdón por tener unos hijos desagradecidos, que si bien es cierto, no fueron atendidos como se merecían, no es justo que contribuyan a destruir lo poco que nuestra democracia ha construido.
Perdón por tener unos hijos impávidos, inertes e indiferentes frente al desplome moral económico social político cultural y religioso de èste tu país.
Perdón madre por tener unos hijos egoìstas, que piensan solo en el interes personal de cada uno.
Perdón madre porque el silencio ha sido cómplice con la ausencia de tu bienestar.
Perdón madre porque de cualquier manera ayudamos a que tu, país, cayera en manos de aquellos que convierten «el oro en hierro y el paraíso en infierno».
Perdón madre porque hemos convalidado con nuestra indiferencia, los más terribles males que una sociedad puede tener.
Perdón madre porque cada día te pones mas chiquitita y vulnerable ante la voracidad de quienes hoy te dirigen.
Perdón madre. Pero… ¡Aún no hay nada que celebrar!
Gracias madre por que aún, y a pesar…existir y poder expresarte lo mucho que te queremos. Tenga Usted madre, la seguridad que no terminamos por acostumbrarnos. La voluntad està venciendo el hábito. Quiera Dios que puedas nuevamente unir a tus hijos y enrumbarte definitivamente por el camino de la prosperidad.
En este país… tu país… mi país.
Paso página.