Dentro de las actividades previas al Congreso de Pediatría “Dr. Andrés Riera Zubillaga”, se realizó en el auditorio del Colegio María Auxiliadora un taller para padres, coordinado por María Elena Chinchilla.
Mariela Oropeza, orientadora especialista en salud adolescente, habló sobre la responsabilidad del docente frente a la violencia escolar, puesto que no puede estar aislado de una realidad imposible de ocultar.
“El docente no puede enfocarse sólo frente a la enseñanza de su materia, sino que debe ofrecer a los estudiantes una atención integral, porque tenemos la responsabilidad de que esté protegido, y de que sus derechos y garantías no sean vulnerados”, explicó Oropeza.
Agregó que deben conocer cómo prevenir la violencia escolar, qué hacer cuando existe y a dónde acudir en caso de observarla en su entorno, porque en definitiva es un problema de todos, sobre todo porque la formación debe estar enmarcada en promover una cultura de paz y tolerancia.
“Los docentes tenemos corresponsabilidad social de todo lo que ocurra dentro del salón de clases, la institución e incluso fuera de ella, como lo establece la ley”, aclaró la orientadora escolar.
“Tenemos que intervenir, sea mi alumno o no, porque cuando lo hacemos a tiempo evitamos que ese conflicto llegue a mayores. También debemos aprender a diferenciar entre un conflicto y cuáles son hechos delictivos, porque entraría un componente legal”, explicó.
Destacó que los docentes deben conocer la ley, porque es una aliada, y en ciertos casos, cuando los padres evitan su responsabilidad de criar a sus hijos, los representantes del consejo de protección al niño, niña y adolescente le harán el llamado de atención respectivo.
Buen trato infantil
La pediatra Adda Rivero conversó sobre el buen y mal trato a los hijos, al enfocar que a los adolescentes no se les puede enseñar a ser tolerantes en esta etapa de la vida, sino desde la tierna infancia, inclusive desde el vientre materno.
“Desde el momento en que concebí a ese hijo debo demostrarle amor, respeto, comunicación y ser parte del acompañamiento desde las primeras etapas de su vida”, agregó la pediatra.
Explicó que gracias a este acompañamiento aumentará su confianza, autoestima, de manera que no copiará la conductas violentas de otros cuando crezca.
“Casi siempre sucede que se unen los jóvenes inseguros, que vienen de un ambiente de maltrato, quienes se sienten fuertes al humillar al más débil, porque eso es lo que viven en su casa”, relató.
Ahora bien, cuando la enseñanza no se produjo en la infancia, los padres o representantes deben buscar ayuda especializada para rescatar de su hijo la fortaleza interna que perdió, de manera que pueda dejar de violentar a otros.
“Cuando ocurre el caso contrario, cuando el niño es el violentado, puede ser que haya sido sobreprotegido, y no le enseñaron para la vida. En estos casos también deben buscar ayuda médica, primero con el pediatra, quien lo referirá al especialista del caso”, expresó Rivero.
Amores que matan
Por su parte, Carlos Belisario, psiquiatra infantil, mencionó que existen padres que creen que el maltrato a sus hijos es una forma de demostrarle amor, por eso, recalcó la importancia de proporcionarle amor y evitar cualquier forma de humillación, que forma parte de un problema de salud pública que no se ha tomado en cuenta.
“Está demostrado que un niño maltratado en su infancia, va a ser un niño maltratador cuando sea grande. Eso es lo que debemos evitar”, concluyó Belisario.
Indicó que en el Hospital Pediátrico “Dr. Agustín Zubillaga” la cantidad de casos que reciben a diario es alarmante, y las consecuencias físicas, psicológicas y psiquiátricas son graves.
Por último, el pediatra Calixto Díaz insistió que los docentes deben aprender a manejar su inteligencia emocional, porque es la única manera de enseñar la tolerancia y el amor, mediante el ejemplo dentro de las aulas.
Fotos: Simón Alberto Orellana
