En la primera tensada de la cuerda por parte de los escaladores, un escarabajo colombiano con bandera venezolana, Miguel Ángel Rubiano (Androni-Venezuela) se soltó en una extensa cabalgata para quedarse con el triunfo de la sexta etapa entre Ubino y Porto Sant´t Elpidio, mientras que Adriano Malori (Italia), quien lo escoltó en la raya, asumió el comando del Giro de Italia.
Rubiano, en los210 kilómetrosde gran esfuerzo, acentuado por los picos montañosos que se transitaron, empleó un crono oficial de cinco horas, 38 minutos y 30 segundos, para superar una cuarteta encabezada por el italiano Adriano Malori que arribó con una diferencia de 1:10, mientras que el pelotón con los exlíderes se retrasó 1:51.
José Rujano, esperanza criolla en la segunda cita universal de importancia en las pruebas ciclistas por etapas, arribó en la casilla 33, también en desventaja de 1:51 -al igual que sus compatriotas Jackson Rodríguez y Carlos Ochoa- para saltarse varias casillas en la general, porque ahora aparece en la 82, aunque con pérdida de seis segundos (2:39) en relación a la quinta fracción.
Importante recalcar su ubicación en el grueso pelotón al momento del remate, en referencia a otros consentidos de la carrera como Scarponi, Basso y Cunego, quienes aparecen varias casillas atrás del criollo.
Ante la acción del colombiano Rubiano, el merideño, por ser compañero de escuadra, se vio privado de intentar acometidas en la mediana montaña por donde transitó la sexta porción del giro italiano. Ya él lo había anticipado al señalar que se trataba de una jornada quiebra piernas, ideal para ejercer el primer gran cedazo de la prueba.
Además de “honrar la carrera”, como suele decir Gianni Savio cuando se dan este tipo de situaciones, al cuadro Androni Venezuela se le dio todo a la perfección, de acuerdo a lo declarado por Rujano al final de la porción: “Desde antes de la carrera se había hablado que él (Miguel Rubiano) se fuera en fuga desde el principio y se dieron las cosas gracias a Dios. En lo particular estoy muy contento por él, se merecía a lo grande ganar una etapa, todos estamos muy contentos”.
Rujano también tuvo palabras de elogio para José Serpa porque “ha demostrado que tiene mucho coraje, quiero ganar el Giro para recompensar toda la fuerza que le ha puesto a seguir en la carrera a pesar de su fractura”.
La sexta porción se caracterizó por una escapada tempranera de quince pedalistas, entre ellos Rubiano. Luego de trasegar los primeros kilómetros de montaña, él se sintió solitario en la cima y con la ventaja sobre los cinco minutos optó por irse en cabalgata durante187 kilómetrospara coronar con una victoria parcial.
En los tramos postreros, en un estira y encoge, los cuatro pedalistas intentaban recortar la desventaja en relación al escarabajo colombiano, pero éste nunca desmayó, mientras que atrás, el grueso del pelotón, tirado por la gente de Farnese Selle, Liquigas y Garmin, aceleró a fondo para dejar la diferencia en menos de dos minutos, con desgaste para otras escuadras, con la excepción del Androni Venezuela que disfrutaba de las mieles del triunfo.
La jornada de hoy, séptima, comenzará en Recantti y llegará en Rocca Di Cambio (205 km), con los últimos16 kilómetrosen escalada, aptos para una nueva insurgencia de los escaladores, quienes andan ávidos de triunfo.
Foto: Reuters