El concurso 100 ideas para juntarnos, organizado en conjunto por las fundaciones Espacios para la Vida y Juan Carmona, comenzó a dar sus frutos.
Este viernes, una vez cerrado el plazo de entrega de las ideas, el jurado se sentó a deliberar cuáles formarán parte de dos asambleas de ciudadanos, una protagonizada por niños y otra por los grandes de la casa.
Será una suerte de conversatorio donde se expondrán las ideas seleccionadas y se alegará la necesidad y el porqué de su futura consolidación como política pública.
El jurado calificador que evaluó cada una de las ideas enviadas fueron Carialy Coronel, Oly Díaz, Gisela Boscán, César Rodríguez, José Luis Yépez, Nelson Fréitez y quien suscribe estas líneas.
Estuvieron presentes en la reunión a modo de apoyo Luz Mariela Falcón, Jesús Pernalete Túa, Milagro Gómez de Blavia y Marycarmen Querales, entre otras personas relacionadas al concurso.
Los niños que echaron a volar su imaginación pertenecen a cuatro escuelas del oeste de la ciudad regidas por el principio de educación católica de Fe y Alegría.
A saber, la escuela Juan 23 del barrio Bolívar, la escuela Monseñor Romero de El Trompillo, escuela Ana Soto de Pavia y escuela Variquisimeto de La Pastora.
“Si escucháramos a los niños cuán diferente sería nuestra ciudad. Porque los niños no están siendo tomados en cuenta por los administradores de la comunidad”, se afirmó durante la reunión de jurados.
El dibujo fue la vía para plasmar en papel aquel espíritu comunicativo que invadió la imaginación de niños y niñas de primaria.
Las actividades fueron dirigidas por el artista Jesús Pernalete Túa, director del centro de arte Creatium, quien hizo brotar la inventiva de quienes, quizás, nunca habían tenido una dosis de arte desde la punta de un lápiz de color.
Entre las propuestas que derivaron de una técnica denominada “el espiral creativo”, vale mencionar la creación de un complejo deportivo en el sector El Playón, al lado de la escuela Monseñor Romero, una ciclovía, semáforos para las intersecciones de las vías y plazas para pasar un momento y conversar.
Los alumnos de la escuela Ana Soto proponen espacios de mucho verde, con grama y árboles. También un centro médico y un lugar seguro para compartir en familia.
La coincidencia de los estudiantes de Juan 23 es la necesidad de replantear el salón de usos múltiples de la escuela. El teatro fue la idea más repetida.
La escuela Variquisimeto quiere un espacio para la paz, lo cual da cuenta de un grave problema de violencia intrafamiliar.
“Que el arte sea la herramienta para crear ciudadanía. Cuando una ciudad se entiende desde la perspectiva de los más vulnerables, es otra la visión de desarrollo”, reflexionó Pernalete Túa.
Foto: Simón Alberto Orellana
