La próxima semana las familias que llevan once años esperando por la terminación del proyecto habitacional Unidos por nuestras viviendas, del sector Camunare, en Urachiche, estado Yaracuy, cansados de esperar una respuesta por parte del Banco Industrial de Venezuela, se trasladarán a Caracas para pedir solución a su problema.
Como informó EL IMPULSO, se trata de 131 grupos familiares que hicieron aportes para disponer de sus casas pero debido a irregularidades en el proyecto, financiado por el BID, fue paralizado hace unos seis años sin que nadie les responda.
Las viviendas semiconstruidas se encuentran cubiertas por bosques, algunas sin los materiales de construcción que les habían colocado originalmente.
Vladimir Ossa, uno de los socios del proyecto, informó que la noche del miércoles hubo una masiva asamblea con cerca de cien asistentes en la cual, una vez más, se analizó la situación. Decidieron que el próximo miércoles se trasladarán a Caracas, a la sede de la entidad bancaria, para exigir respuestas con respecto al financiamiento que debe otorgar para la reactivación del proyecto.
“Como en Urachiche nadie nos informa nada sobre ese financiamiento decidimos ir a Caracas a exigirla directamente de la institución pues son once años los que llevamos esperando por esas casas”, indicó.
Consultado sobre el plantemiento de algunos socios de protestar cerrando la autopista Centroccidental, respondió que , aunque se habló de esa posibilidad, hasta ahora no hay nada concreto, pero si no reciben respuesta por parte del Banco Industrial muchas de las familias afectadas están dispuestas a ocupar las casas en las condiciones en que se encuentran, aun sabiendo que no será muy agradable vivir en ellas pues solamente cuentan con el techo y algunas paredes.
Como reseñó EL IMPULSO, del proyecto de 131 soluciones habitacionales se comenzó la construcción de 48 cuya terminación fue suspendida por la empresa Probaferca que recibió el contrato respectivo y supuestamente argumentó haberse agotado el presupuesto asignado.
Temen los socios del proyecto Unidos por nuestras viviendas que personas extrañas, ante la falta de vigilancia en el sector, pretendan invadirlas para quedarse con ellas, perdiendo las familias las cantidades de dinero consignadas cuando se constituyó la comunidad.
Como se informó, la obra recibió el financiamiento del Ministerio de Finanzas y del Banco Industrial de Venezuela y la cantidad asignada para el primer lote alcanzó la suma de 11.659.000 bolívares, desconociéndose si en realidad fue invertida en su totalidad en lo que se hizo.
“A nosotros lo que nos interesa es que nos terminen nuestras casas que tanto hemos esperado y después que hagan las averiguaciones que tengan que hacer para saber si hubo o no irregularidades en la distribución del dinero que dio el banco”, dijo otro de los socios.
Fotos: Luis Salazar