Este jueves, los equipos de emergencia indonesios ubicaron el lugar en el que se encuentran los restos del Superjet 100 del fabricante ruso Sukhoi desaparecido este miércoles, tras chocar contra la ladera de una montaña, ocasionando la muerte de todos sus tripulantes, así lo informó un portavoz
«No hemos encontrado ningún sobreviviente» de los 50 pasajeros aproximadamente que viajaba a bordo del avión, dijo Gagah Prakoso, portavoz de la Agencia Nacional de Emergencias.
«Hemos entrado en el lugar de los restos. No hemos encontrado más que cadáveres pero no estamos en medida de decir el número», declaró Prakoso a la prensa.
«El avión chocó contra la ladera de la montaña a alta velocidad. Imagínese el resultado. El avión está totalmente destruido», añadió.
Los restos del Superjet 100, que participaba en un vuelo de demostración el miércoles, habían sido localizados en una región montañosa al sur de Yakarta.
Fueron localizados a unos 1.800 metros de altitud cerca de Cijeruk, en la región de Mont Salak, un volcán que culmina a 2.211 metros, precisaron los equipos de emergencia.
Las fotografías aéreas de los servicios de emergencia muestran los restos del aparato, enganchados a árboles y rocas situadas en una pared montañosa muy abrupta, lo que parecía indicar que el avión impactó de lleno contra la montaña.
«Dado el lugar, podemos estimar que las esperanzas de sobrevivir son nulas», había señalado antes de alcanzar el lugar del siniestro el portavoz del ministro de Transporte, Bambang Evian.
Rusia anunció este jueves que se realizará una investigación sobre las causas del accidente.
El avión, la esperanza de la aviación civil rusa, efectuaba un vuelo de demostración en el marco de una gira de promoción y desapareció de los radares poco antes de las 15H00 (O8H00 GMT) del miércoles sobre el monte Salak, al sur de Yakarta, según los servicios de rescate.
El Sukhoi llevaba 44 personas a bordo, ocho miembros de la tripulación rusa y 36 pasajeros, declaró a la AFP Dmitry Solodov, agregado de prensa de la embajada rusa en Yakarta. La embajada de Francia en Yakarta dijo que un francés se hallaba a bordo.
El representante en Indonesia de Sujoi, Trimarga Rekatama, evaluó sin embargo en 50 el número de personas que iban a bordo, entre ellos ocho rusos, cuatro pilotos e ingenieros rusos, así como responsables de Sujoi. Los otros extranjeros eran un estadounidense y un francés, precisó a la agencia AFP.
Reacciones:
El accidente en Indonesia del Superjet 100 del fabricante de aviones Sukhoi, considerado como la gran esperanza de la aviación civil rusa, propina un nuevo golpe a una industria aeronáutica en crisis desde la caída de la URSS.
Los expertos no han tenido tiempo de sacar conclusiones y esperan tener más información sobre las causas de lo ocurrido, pero el accidente, que tuvo lugar durante un vuelo de demostración, perjudica la imagen del Superjet 100, el último modelo de Sukhoi.
«Nuestro país no ha cesado de decir que iba a crear un avión sin igual y miren lo que pasó», lamentó el piloto ruso Magomed Tolboiev, en declaraciones a la radio Eco de Moscú.
«Este trágico accidente es un nuevo infortunio para las ambiciosa industria aérea civil rusa», comentó la agencia de calificación financiera Fitch en un comunicado, estimando que el accidente tendrá consecuencias a corto plazo en materia de pedidos de compra.
La disolución de la Unión Soviética llevó a una profunda crisis de la poderosa industria aeronáutica rusa, especialmente del segmento de aviones civiles. Sin embargo, la situación comenzó a mejorar durante la primera mitad de la década de 2000 debido al crecimiento del transporte aéreo y la creciente demanda.
Con Superjet 100, un programa de unos mil millones de dólares, que ha contado con un importante apoyo estatal, la industria rusa tenía la esperanza de reactivarse.
Además, Sukhoi se había aliado con empresas occidentales prestigiosas, como la italiana Alenia (grupo Finmeccanica), que posee 25% del capital de Sukhoi Civil Aircraft, la división de Sukhoi encargada de desarrollar el Superjet 100, y las francesas Snecma y Thales, con el fin de competir con sus rivales brasileño (Embraer 190) y canadiense.
El Superjet 100, capaz de transportar un centenar de personas, puede recorrer más de 4.500 kilómetros y su precio de catálogo es de unos 30 millones de dólares.
Desde el punto de vista comercial, el accidente «es inoportuno», ya que Indonesia es «un país que compra muchos aviones» y el europeo EADS y el estadounidense Boeing están «muy activos» en la zona, declaró a la AFP Christophe Menard, analista de Kepler Capital Markets.