No cesan los hechos de sangre en el Centro Penitenciario de la Región Centroccidental.
Aunque el caso violento de este martes en la tarde aparentemente no se trató de un homicidio, sino de una presunta muerte por descarga eléctrica, la situación no deja de ser tensa para los casi tres mil internos que viven hacinados en la cárcel larense, actualmente en desacato judicial.
Se supo extraoficialmente que Henderson José Escalona Yajure (30), preso por robo, se bañaba en el sector de media seguridad y se desprendió un cable que hizo contacto con su cuerpo. Vivía en el sector 2, avenida 2, La Carucieña.
Dejó dos hijas hembras de 8 años y otra de meses, y un varón de 5.