La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exigió este martes a la guerrilla colombiana FARC liberar al periodista francés Romeo Langlois al rechazar las condiciones reclamadas por los insurgentes de un debate sobre la prensa en Colombia, indicó el organismo en un comunicado.
El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gustavo Mohme, criticó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) por condicionar el lunes, a través de un comunicado, la liberación del periodista francés, a la realización de un debate nacional e internacional sobre la «manipulación» informativa para cubrir a la guerrilla.
«Esa condición para liberar a un secuestrado es absolutamente improcedente y colisiona con las prácticas internacionales», dijo Mohme, director del diario peruano La República, citado en el comunicado de la organización patronal de medios con sede en Miami
Mohme agregó que las FARC son responsables por la vida del periodista, secuestrado el 28 de abril, a quien deben liberar de inmediato, exhortó.
La SIP recordó la Resolución 1738 (2006) del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, en la que se consigna que «los periodistas, los profesionales de los medios de comunicación y el personal asociado que realizan peligrosas misiones profesionales en zonas de conflicto armado deberán considerarse civiles y ser respetados y protegidos como tales».
Langlois, de 35 años, fue herido en un brazo durante enfrentamientos entre militares y las FARC en el departamento de Caquetá el 28 de abril, mientras acompañaba a unidades del Ejército, con el propósito de filmar un documental para la televisora France 24.
«Romeo Langlois vestía prendas militares del Ejército regular en medio de un combate. Creemos que lo mínimo que puede esperarse para la recuperación de su plena movilidad es la apertura de un amplio debate nacional e internacional sobre la libertad de informar», señaló el secretariado (mando central) de la guerrilla en un comunicado fechado el 3 de mayo y enviado este lunes a varios medios de comunicación colombianos.
Esta fue la primera declaración que hizo la máxima dirección de las FARC sobre Langlois, quien es considerado por los insurgentes como «prisionero de guerra».