El próximo jueves 10 de mayo se celebra en Venezuela el Día del Artista Plástico. A propósito del evento que enaltece la plástica nacional y a sus autores, EL IMPULSO conversó con Omar Anzola, destacado escultor barquisimetano con más de 30 años de trayectoria, para conocer su visión acerca del hecho creativo en el país, su desarrollo, alcances, tendencias y debilidades.Anzola considera que los artistas venezolanos siguen sin creer en su talento, ya que de una u otra forma, la sociedad ha impuesto que los creadores tienen que hacerse con un lugar significativo fuera de sus fronteras para ganarse el respeto de la gente. “En Venezuela todavía no creemos en nosotros mismos… el artista se ve obligado a lograr una reputación fuera… esto lo verificamos al observar que lo que se está vendiendo caro son las obras de los artistas venezolanos importantes en el exterior”.
-¿Qué nos puede comentar sobre el desarrollo de la plástica en el país?
-Desde el punto de vista del mercado hay un mensaje ambiguo. Hay artistas que dicen que la situación está difícil y por otra parte hay personas que sostienen que en Venezuela está ocurriendo una explosión plástica sin precedentes…
-¿Cuál es la realidad?
La realidad depende del cristal con que se mire… en los últimos años me ha ido mucho mejor en el mercado. Creo que en Venezuela se han suscitado cambios importantes, entre éstos que el venezolano se ha ido definiendo mejor en cuanto a sus gustos secundarios, ahora el venezolano es más culto, tiene otras necesidades además de comer y vestirse, en ese entorno el arte ejerce un rol de importancia.
-¿A qué se debe esto?
-El venezolano está recibiendo una mejor educación desde los años 50 para acá. Desde que se comenzaron a fundar las nuevas escuelas y partir de la infraestructura moderna que se gestó durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez. El Estado se ha preocupado por generar nuevos espacios para la educación, lo que ha incidido en el desenvolvimiento social del venezolano. El arte ha adquirido mayor importancia. El público que asiste a las exposiciones es hoy día mucho más heterogéneo. Hay más interés en rodearse de cosas bellas e interesantes. El arte está siendo visto como una inversión, eso es significativo, ya que el valor de una obra aumenta con el tiempo. Produce un beneficio para los inversionistas y coleccionistas.
-¿Qué apreciación tiene sobre los coleccionistas de arte?
Ese mercado se ha visto un poco afectado debido a que la comunidad que se dedicaba a ello se está marchando del país. Se trata de la comunidad Hebraica o grupo judío. Estas personas están muy vinculadas a la plástica y son grandes coleccionistas. Por diferentes razones se han ido del país… eso ha afectado el mercado del arte, sin embargo, el venezolano se está haciendo sensible hacia el hecho artístico y en consecuencia, a adquirir obras de arte.
-¿En cuanto a las fortalezas y debilidades de la plástica?
-El artista sigue siendo un desamparado oficial. Los artistas plásticos no tenemos jubilación ni seguro social. El que no pueda pagar un seguro privado debe recurrir a la asistencia pública, la cual sigue siendo muy cuesta arriba ya que Venezuela sigue teniendo un muy importante e injustificable porcentaje de la población en estado de pobreza. Lo que ha arrastrado el país desde siempre… Otros países han salido del tercermundismo y hoy son exportadores de cultura, por ejemplo, Colombia. La fortaleza es el interés por parte del público en general hacia las expresiones artísticas propias y eso es bueno porque no hay que ser importado para ser un buen artista.
-¿Qué ha pasado con los espacios para el arte?
-Desgraciadamente en el estado Lara no ha habido un desarrollo galerístico privado como sí ha ocurrido en Valencia y Caracas… es preciso acotar que si bien ha habido un desarrollo galerístico importante en estas ciudades, se han producido muchos cambios, unas han cerrado y otras han abierto.
-¿A qué se debe esto?
-No es fácil de definir. Probablemente sea algo político. Sucede que no hay una industria que genere empleo por sí sola, siempre se está dependiendo del Gobierno y de los ingresos petroleros. Tenemos más industrias ensambladoras que creadoras y el sector construcción depende en demasía del Estado… Falta autonomía y un sector empresarial consolidado que dé cabida a un sector primario, secundario y terciario. Exportamos la materia prima para que sea procesada en el exterior para luego importarla. Todo esto no permite el desarrollo de la industria local.
-¿Siguen siendo la pintura, la escultura y el dibujo las manifestaciones que marcan la pauta?
-La tendencia principal sigue siendo la pintura. La escultura sigue en desarrollo, por cada cien pintores debe haber tres escultores… Ser escultor es mucho más exigente. El dibujo tiene un espacio muy pequeño en el mercado nacional porque el venezolano no cree en el medio papel ya que este es más perecedero que la tela. En países como Inglaterra el papel es muy apreciado porque tiene características plásticas muy particulares. Lo digo con propiedad porque realicé trabajos sobre papel recién llegado de Europa y cuando lo mostré fui rechazado en todas las galerías. Sigue siendo un mercado muy estrecho no explorado. La fotografía está teniendo un gran desarrollo, la gente está comprando fotografía artística, lo que no se veía hace diez años. La gente tiene interés por la fotografía como expresión plástica y como inversión, es una tendencia incipiente y en crecimiento.
-¿En el caso de las instalaciones, el video arte, de esa fusión de la tecnología con las artes tradicionales?
En esas áreas también se ha suscitado cierto interés, sin embargo, aquí todavía estamos a nivel de los refritos… es mi opinión particular… cuando uno se compra una pantalla de luces difícilmente estás innovando… qué le puedes ofrecer al público si son las mismas luces y los mismos fenómenos ópticos, eso no deja de ser un refrito de lo que se está haciendo en el extranjero… cuando empecemos a hacer algo novedoso seremos creadores creativos en esa área, de otro modo no se es auténtico…
-¿Cómo innovar dentro de lo tradicional?
-El artista no busca innovar, el artista innova porque cuando el artista habla en su idioma plástico está hablando de sí mismo como individuo… cuando yo trabajo no busco inventar nada, hago lo que me sale del alma y lo que me sale es Omar Anzola. Cada artista tiene su lenguaje, sin embargo hay mucha gente que cree que puede tener participación del mundo plástico y se hace llamar artista cuando está reproduciendo lo que otro hace porque se vende.
-¿Dónde quedan entonces el video arte, las instalaciones, el arte corporal, el performance?
Todo eso tiene su espacio, lo importante es que el artista sea honesto consigo mismo y logre vincularse a un lenguaje o a una técnica para reproducir su lenguaje personal.
¿Busca el artista ser comprendido a través de su obra?
En la mayoría de los casos esa es la realidad. El artista necesita comunicarse. Los artistas somos personas que vivimos una vida bastante monástica porque nuestro trabajo así lo exige… El fin del arte es expresarse, ser comprendido es a veces una consecuencia que no tiene lugar la mayoría de las veces… Diría que los años más difíciles de un artista son los primeros 75, toma un ratico ser comprendido. Hay personas que se dedican a pintar cosas que todo el mundo entiende, tal vez esa es su manera de expresarse y quizás sea eso lo que sienten, ocurre que esas son cosas tan cotidianas que ofrecen muy poco espacio para la expresión emocional y propia de un individuo.
-¿Lo abstracto invita a ir más allá?
-No realmente, creo que el artista puede hacer un paisaje personalizado, que hable de sí como artista donde estén reflejados sus pensamientos.
-Días atrás observaba un performance y la gente alrededor decía que los artistas están locos, ¿Qué decirle a esas personas que piensan así?
Que tienen un poco de razón porque el artista es un individuo cuya sensibilidad lo hace diferente. El artista por su sensibilidad a flor de piel tiene una imperiosa necesidad de expresarse… Su personalidad por lo general está influenciada por esa sensibilidad que la gente evade no solo por omisión inconsciente, sino que hasta conscientemente lo rechaza porque son realidades que chocan… sin duda tiene que ver con la apertura de la mente y el nivel cultural.
-¿Qué tiene que tomar en cuenta la generación de relevo?
-La generación de relevo tiene que pensar que para ser tomados en cuenta tienen que trabajar en otras áreas además del arte. Una vez un amigo me dijo que para ser un artista reconocido había que ser muy bueno en un mínimo de veinte cosas además de ser buen artista y es así.
-¿Cuándo un artista pierde su esencia y convierte su obra en algo meramente comercial?
-Se pueden mencionar varias cosas potencialmente incidentes. Una es el grado de repetición de la misma cosa… este es un tema álgido, ya que la mayoría de los artistas, buscando que su obra sea conocida, se dedican a hacer una sola cosa que va evolucionando muy gradualmente para que el público siempre pueda reconocer su trabajo. Pocos se atreven a darle rienda suelta a su creatividad. El comerciante selecciona temas de fácil acceso para el público, muy digeribles, figuras complacientes… es la manera de abordar el sujeto. Cuando el artista hace concesiones en función de ganar dinero deja de ser un artista.
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