Una situación tensa se vivió por varios minutos la tarde de este lunes en la vereda 4 de la urbanización Bararida vieja, cuando por órdenes de la alcaldesa Amalia Sáez llegó al lugar una cuadrilla de obreros dela Empresa Municipalde Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), acompañados de efectivos dela Policía Municipalde Iribarren, para tumbar un portón que las familias de esa comunidad instalaron hace dos años para protegerse de la delincuencia.
Los mismos vecinos salieron rápidamente de sus casas tras enterarse de la llegada de los obreros que estaban a punto de picar el portón con un equipo oxicorte que llevaron.
Las familias, sin importarles la presencia de los uniformados, se armaron de valor y se colocaron frente al portón formando una barrera. Luego de varios minutos de discusión y argumentos les hicieron saber a los municipales y trabajadores dela Alcaldíala necesidad de la estructura de hierro en el lugar.
Cándido León, contraloría social del consejo comunal, indicó que la delincuencia los llevó a colocar el control de acceso, “porque no nos deja en paz”.
Lamentó que una vecina, de nombre Maritza Jiménez, nunca ha estado de acuerdo con esa decisión.
Agregó que se valió de la amistad con la alcaldesa y tramitó el derribo del portón, “pese a que en asamblea de ciudadanos se acordó instalarlo para preservar nuestras vidas y nuestros bienes, en cumplimiento del artículo 350 dela Constituciónque está por encima de cualquier otra ley”.
Señaló que Jiménez consiguió que le fuera aprobada una resolución enla Alcaldíapara el derribo del portón “y como comunidad no lo vamos a permitir; no queremos más atropellos de la alcaldesa”.
Indicó que se vieron en la imperiosa necesidad de poner el portón porque en materia de seguridad no tienen respuestas del gobierno nacional, regional y mucho menos local.
“Si no quiere enfrentar a la comunidad, por favor alcaldesa, retire esa resolución”, solicitó, y le recordó que el poder comunal está por encima de ella.
Denunció que en lugar de brindarles seguridad, la burgomaestre apoya negocios que se apoderaron de los terrenos comunales, y para colmo, autorizó una licorería en la comunidad, pasándole por encima a los vecinos que son los principales perjudicados.
Tampoco, dijo, ordena a Emica el corte de dos árboles a punto de caerse, y el mantenimiento de cloacas.
Fotos: Richard Alexander Lameda
