El narcotraficante Javier Antonio Calle Serna, uno de los más buscados en Colombia y acusado de enviar toneladas de cocaína a Estados Unidos, se entregó a la agencia antidrogas del país norteamericano, informó el lunes la policía colombiana.
La entrega de Calle Serna, alias «Comba» y por quien Washington ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares, fue parte de un proceso de negociación conla Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) y se produjo el viernes en la isla de Aruba desde donde fue trasladado a Nueva York.
«Producto de la presión, de la persecución del Gobierno Nacional contra todos los narcotraficantes, en las últimas horas se entregó a las autoridades norteamericanas, específicamente ala DEA, en Aruba, Javier Antonio Calle Serna», dijo el subdirector dela Policía Nacional, general José Roberto León.
De acuerdo con fuentes policiales, varios narcotraficantes colombianos buscan someterse a la justicia de Estados Unidos para recibir bajas condenas de prisión a cambio de entregar millonarios bienes, delatar rutas y a otros traficantes.
El prófugo narcotraficante, de 43 años, era el líder junto con su hermano Luis Enrique Calle de «Los Rastrojos» una de las principales bandas criminales dedicadas a la producción y el tráfico de cocaína en Colombia.
Los hermanos Calle Serna son acusados de haber ordenado el asesinato de Wilber Alirio Varela, alias «Jabón,» uno de los dos jefes más importantes del Cartel del Norte del Valle, quien apareció muerto a balazos junto con uno de sus hombres de confianza en Venezuela, a comienzos del 2008.
La desaparición de Varela les permitió extender su control y dominio de las rutas del narcotráfico en el Pacífico colombiano y fijar contactos con carteles mexicanos como el de Sinaloa al que enviaban cargamentos de cocaína a través de Centroamérica.
Llamado al sometimiento
Otro de los hermanos de Javier Antonio Calle, Juan Carlos, fue detenido en Ecuador en marzo, acusado de lavar millonarias sumas de dinero de una organización criminal familiar.
Las bandas criminales, conformadas por antiguos paramilitares de ultraderecha que depusieron las armas en una cuestionada negociación con el Gobierno del ex presidente Alvaro Uribe, se convirtieron en un objetivo de prioridad para Estados Unidos, el principal aliado de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
El país sudamericano es considerado como uno de los principales productores mundiales de cocaína con alrededor de 300 toneladas anuales, pese a los esfuerzos de las autoridades colombianas para acabar con la actividad ilegal en la que también está involucrada la guerrilla izquierdista.
El subdirector de la policía hizo un llamado a otros narcotraficantes, incluido Daniel «El Loco» Barrera, para que se sometan.
«Le quedan poco días de libertad (a Barrera),la Policía Nacional en cumplimiento del mandato del Gobierno Nacional, esté donde esté, llegará con todas sus capacidades para capturarlo o neutralizarlo», afirmó León en conferencia de prensa.
«Si está en otro país, a través de operaciones de inteligencia y de intercambio de información, actuaremos allá con las policías hermanas y con los gobiernos de esos países. La única vía que le queda a los narcotraficantes, a los terroristas, a los cabecillas de las bandas criminales es que se sometan a la justicia colombiana», agregó.
El oficial reveló que a la organización de Calle Sernala Policía le confiscó 15 toneladas de cocaína en los últimos años.
La extradición fue una de las herramientas más eficaces de Colombia en la lucha contra el narcotráfico y temida por los traficantes de drogas del país sudamericano.
Sin embargo, en los últimos meses varios narcotraficantes han buscando acercamientos con la justicia de Estados Unidos para someterse ante la posibilidad de obtener sentencias cortas en comparación con las que podrían recibir en Colombia.
Cientos de acusados narcotraficantes colombianos permanecen confinados en cárceles de Estados Unidos después de que fueron extraditados por Bogotá, incluidos los antiguos jefes del Cartel de Cali, los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, así como antiguos líderes de los escuadrones paramilitares.
Foto: Semana
