Entre la 1:30 y las 2 de la madrugada se escucharon alrededor de ocho detonaciones en la manzana K del sector 1 del barrio José María Vargas, al oeste de la ciudad. Seguido de ello vecinos comenzaron a salir de sus casas y observaron los cuerpos de dos personas tirados en plena acera, separados unos 15 metros.
Se trataba de Rubén de la Cruz Castillo Bonilla (57) quien presentó un disparo en el cuello, pecho y en la región intercostal izquierda y Oscar Eduardo Rodríguez Sánchez (18) a quien, a simple vista, le vieron un disparo en cuello y pecho, pero aparentemente recibió más de cuatro tiros.
Ambos eran amigos y la noche del jueves estuvieron compartiendo con tres compañeros más en el club La Jugada. A las 11 de la noche llegaron a casa de Rubén y de allí se fueron al hogar de la madre de éste, porque aparentemente iba a entregar un dinero.
Lo que contaron unos vecinos es que unos sujetos en motocicleta aparecieron y comenzaron a disparar en contra de ellos, logrando asesinarlos en el acto. Aparentemente los verdugos serían del barrio El Caribe, pues, afirman, es la gente de esa zona quien acaba con la paz de la barriada.
Eran buenas personas
Familiares de ambas víctimas coinciden al decir que no saben las razones del asesinato. Aseguran que eran personas sanas.
Rosa Suárez, dijo que su sobrino Oscar trabajaba como comerciante, era el mayor de tres hermanos y esperaba comenzar sus estudios universitarios en el Iutirla.
Sughey Rojas comenta que su esposo Rubén se ganaba la vida como albañil. Deja 7 hijos huérfanos, el mayor un adolescente de 17 años y el menor de 5 años.
Esta es la segunda vez que Rojas atraviesa por una situación de este tipo. En diciembre del año pasado perdió a un hermano, cuando en el municipio Urdaneta lo asesinaron.
Funcionarios del Cicpc San Juan investigan el doble crimen.
Una pelea
Juan Alexander Machado Goyo (19) recibió dos disparos, uno en la cabeza y otro en el pecho, tras haber sostenido una pelea con un sujeto desconocido. El hecho ocurrió a las 10 de la noche del sábado en el paseo Juan Guillermo Iribarren, al este de la ciudad.
El joven no tenía por costumbre salir para esos lados, pero acudió a compartir con sus amigos que lo buscaron en su casa en la calle 48 con avenida Primero de Mayo en Bella Vista.
Josbely López, contó que la víctima estudiaba quinto año de bachillerato y sus aspiraciones eran ser Guardia Nacional, por ello se aplicaba en clases. El joven era el tercero de cinco hermanos.
Fotos: Ricardo Marapacuto /Emanuele Sorge