Apartado de lectores 06/05/2012

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Neptalí Paredes

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Las informaciones deben ser investigadas

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“Éste es el nombre genérico bajo el cual, tradicionalmente, se han reunido los distintos medios por los cuales podía iniciarse la actividad de la justicia penal, mediante la promoción del proceso. Así, ya sea por la denuncia, por la querella o por la prevención policial o de oficio, se lleva ante la jurisdicción una noticia sobre la comisión de un delito, que opera como información institucional…”, Diccionario Jurídico de Buenos Aires, 2005
Personalmente, conocí este término de “noticia críminis” en profundidad hace aproximadamente 26 años, cuando en un diario local de Lara colocaron una irregularidad en la atención médica la cual me había sucedido.
Toda esta narración recordatoria es por lo del famoso caso Aponte Aponte. ¿Esto que dijo este juez no es “noticia críminis”? He leído y oído versiones que no se procesará como “noticia críminis”. Entonces los jurista que me pueden decir ¿Qué fue lo que dijo este juez? ¿Fue un anécdota, una fábula, una leyenda, una metáfora, un parafraseo, un cuento del siglo XXI, una fantasía de un disociado o drogado o un cuento chino?
¿Cuál será el miedo? ¿Qué se esconde detrás de todo esto?, o ¿será que se eliminó el término del las leyes jurídicas de Venezuela? Se comenta que no hay fundamento para tomar esto como “denuncia críminis”; no se casi nada de leyes y sus aplicaciones. Lo que si creo que esto debe ser investigado transparentemente por un juez con “bríos”, proveniente de otra justicia o de la divina. Y el que “tenga ojos ya vio, y el que tenga oídos ya escuchó” lo que dijo el juez. No creo que este episodio se borre de la mente de muchos ciudadanos que viven la realidad venezolana, por muchas otras noticias (buenas o malas) que aparezcan o cortinas de humo que pretendan borrar la incertidumbre o caos presente.
Jueces civiles y militares honestos no decaigan, no caigan en tentaciones, den el ejemplo a sus estudiantes, a sus subordinados, a sus familiares y al pueblo. La justicia divina los espera; la terrenal los perdona, los olvida o le paga.
He de terminar reflexionando sobre la famosa imagen de la justicia, que la ponen como ciega; que la balanza de la verdad y la mentira no está equilibrada y que la realidad en la justicia es incertidumbre y caos, como dicen muchos autores que saben de deontología. La epistemología de este conocimiento estará en pleno desarrollo en los próximos días y meses, todo dependerá de todos los actores de este caos y su actuación o interacción con la realidad o la emergencia de otra realidad, con reflexiones críticas de sus actores ante la acción. El retiro de cortes internacionales de justicia es signo de terror.

Rubén Lopera
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A todo cochino le llega su hora

Siendo Aponte un magistrado de la corte suprema, de la noche a la mañana no se va a inventar semejante acusación si no fuese verdad, y lo que más llama la atención es que no era un opositor, o como diría el ejecutivo, un capitalista o burgués. Él era chavista hasta los tuétanos, pero ya llegó la hora en que se descubran todas sus mentiras, las mentiras salen a la luz señor Presidente, a usted le llegó la hora. Ya basta de tanta inseguridad en las calles, ya basta de expropiaciones, ya basta con que cada día la inflación nos consuma y nuestro poder adquisitivo disminuya, ya basta de hacer con las divisas lo que se les venga en gana, queremos un cambio.

Jimmy Andrés Bedoya Gómez
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Ser o no ser… un gobierno serio

Las declaraciones del exmagistrado Eladio Aponte Aponte deben ser investigadas hasta las últimas instancias así éste cuente con una credibilidad discutida. Se trata de la reputación de un aparato judicial, de un Estado que se corrompe desde sus bases, desde sus cimientos.
Aunque no sean ciertas (personalmente creo que sí lo son), las acusaciones que hace este señor deben ser seguidas por los cuerpos que administran la justicia, ya que él era el encargado de un puesto sumamente alto en el poder judicial, al menos que, claro, ciertas investigaciones ‘chispeen’ la honorabilidad de otros personeros insignias de esta “revolución”.
Sin embargo, el gobierno que maneja el Estado en su totalidad, trata de tapar las declaraciones de Aponte con el anuncio de una nueva Ley Orgánica del Trabajo; un pote de humo con otro, ¡qué desgracia!

Roberto Prietti
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A punto de colapsar

Una vez más, la frase del refranero popular: “tanto va el cántaro al agua hasta que al fin se rompe”, se hizo realidad con las declaraciones emitidas a través de los medios de comunicación, y reveladas por el ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, Eladio Aponte Aponte. Confesiones que, de alguna manera, comprometen al actual régimen, por la descarada y vergonzosa intervención del Ejecutivo Nacional en las decisiones del Poder Judicial.
Prácticamente el susodicho personaje destapó la olla de la podredumbre en la que aparecen implicados jueces y magistrados del oficialismo.
Decisiones tribunalicias viciadas, expedientes amañados, procesos carentes de legalidad, testigos y pruebas falsas, interferencia política absoluta, falta de ética profesional, corruptelas, incapacidad e improvisación, han generado las graves e inocultables fallas que hoy registra la administración de justicia en nuestro país. Triste panorama que asusta y preocupa, y que requiere de un procedimiento inmediato de la justicia en Venezuela, para frenar estas aberraciones y exabruptos jurídicos. No solamente las confesiones del ex magistrado “delincuente” provocaron reacción en el gobierno, también sus denuncias se refirieron a un indeterminado número de presos políticos que luchan por demostrar su inocencia.
La administración de justicia es una función del Estado que recae con mayor intensidad en la vida de los ciudadanos, más que el Legislativo o el mismo Ejecutivo, ¿por qué? Porque la gente de a pie tiene la esperanza puesta en alguien, no sabe quién, pero alguien, que sancione a aquellos sujetos que se saltan las normas de convivencia que fueron establecidas. Es evidente que la opinión pública se llena de más confianza hacia el país cuando sentencian a algún político o contratista por robarse los impuestos de todos, que cuando la Asamblea Nacional expide alguna ley o el presidente hace una gira diplomática por cualquier parte del globo. Incluso, la relación entre justicia y violencia es directamente proporcional. La ecuación es bastante simple: si alguien va en contra de las leyes es castigado en forma severa y eficaz por la normatividad que intentó evadir, en el subconsciente de la población se crea la idea fija de que delinquir no paga y, por ende, vale la pena actuar correctamente. En cambio, si la mano estatal es torpe e insuficiente, sucede todo lo contrario, pues el sabor a impunidad se hace irresistible para algunos paladares. Así también, si un ciudadano no tiene razones contundentes para creer en que un ente superior se preocupa por sus conflictos y se encargará de resolverlos de manera acertada, nada le detendrá a la hora de decidir hacer brotar la justicia por su propia mano.
Es necesario que la justicia no deje cabos sueltos y que los resultados de las investigaciones lleven a la certidumbre de que los procesos se cumplen en términos éticos y confiables. El ciudadano común y corriente aspira a que haya una justicia que solucione el delito y que no caiga en discriminaciones de ninguna índole.
La impunidad, en la versión que sea, es perjudicial para todos. Los fallos amañados aprietan el orden institucional y debilitan la estabilidad de la nación. Todo lo cual debe corregirse en función de una justicia que no deje dudas.
Las denuncias de Eladio Aponte deben ser investigadas. La justicia no puede desarrollar su rol sino cuenta con respaldo en el imaginario colectivo, pues allí radica la fuerza de sus decisiones, caso contrario la llevaríamos al colapso total. Si las cosas siguen como están, lo que nos espera es el caos judicial y social.

José Fabio Oronoz
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“La culpa no es solo del ciego sino de quien le da el garrote”

Este caso del ex magistrado-militar Aponte Aponte lo que ha hecho es confirmar lo que tanto conocemos los venezolanos del Poder Judicial, una justicia ahogada en la corrupción y la delincuencia. No puede causar sorpresa la entrevista donde reafirma cómo el poder judicial está penetrado, dirigido y corrompido por el Poder Ejecutivo. Ayer fue un magistrado admirado, reconocido, por su supuesta honorabilidad judicial por el mismo Presidente, de ahí que haya sido presidente de la Fiscalía Militar, Magistrado del poder judicial, presidente de la Corte de Casación Penal, hombre de confianza del Presidente, quien manejó los casos más sonoros donde muchos inocentes aun cumplen condena, solamente por el capricho y antojo del inquilino de Miraflores. Hoy es degradado por el mismo a la categoría de “delincuente, vende patria, oligarca, ‘pitiyanky’”.
Las revelaciones hechas por el ex magistrado dan pena ajena, porque destapa la olla de la corrupción judicial y de como el compromiso de la Fiscalía, Tribunal Supremo y del mal llamado Poder Moral, se hacen tan evidentes que ninguno es capaz, aunque sea por noticia criminis, de asomar la posibilidad de investigar estas declaraciones y denuncias formuladas por una persona que viene de ocupar un cargo de tanta envergadura y se utilice como excusa el que “tiene que formular sus denuncias en nuestro país”.
Los hechos ocurridos el 11 de Abril, con la detención injusta de los comisarios, cuando a través de los canales de televisión vimos quienes eran los que disparaban, el despido de miles de trabajadores de PDVSA, el caso Mazuco, la juez Afiuni y tantos otros que fueron juzgados por el flamante Magistrado es una muestra de cómo el nivel delincuencial del poder judicial, rompe todas las barreras, solamente por complacer al mandante. “El delincuente no nace, se hace”, ¿quién lo formó?, ¿dónde adquirió tanta destrezas para delinquir?, ¿quién le dio las órdenes paras aplicar “justicia severa contra tantos inocentes”? “La culpa no es solo del ciego sino de quien le da el garrote”. Sabemos que en lo poco que queda de este gobierno, jamás se investigará este caso o cualquier otro donde estén implicados o señalados altos funcionarios ‘rojos rojitos’; pero sabemos que, casos como este, no prescriben, algún día se hará justicia y serán juzgados los que tienen y deben ser juzgados, con todo el peso de la ley para que podamos tener credibilidad nuevamente en los poderes del estado, principalmente el judicial.
¿Cuántos Aponte Aponte están dentro del Poder Judicial, Ejecutivo, Moral, empresas del Estado? Hoy son los “grandes cacaos de este régimen socialista”.

Emilio A. Carao T
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¡Que tire la primera piedra quien se considere impoluto!
Este caso pone en evidencia lo que el ciudadano común sabe, la contaminación de todos nuestros poderes al servicio del poder mayor que es el Ejecutivo, bajo el control del capo mayor, quien ahora gobierna desde su otra guarida, “la isla de la felicidad”. Lo más lamentable, es que un hecho tan grave como el ocurrido no tenga ninguna importancia para su necesaria investigación, y no se tomen los correctivos para tratar de subsanar en algo el inmenso daño ocasionado a tantos conciudadanos que les ha tocado sufrir en carne propia las injustas medidas que fueron planificadas de una manera maléfica por el conjunto de verdugos que componen nuestras instituciones administradoras de la mal llamada justicia, según confesión del ahora inefable ex magistrado.
Esta negativa de no investigar, responsabilidad que le correspondería a la Fiscalía General de la República, se entiende, al estar presuntamente involucrada en estos viles actos su principal funcionaria, al igual que las principales cabezas de otros poderes. Esta situación tan reveladora de la crisis que vivimos es realmente dantesca.
Por otro lado, observamos la conducta de las focas oficialistas de la Asamblea Nacional, que quieren desviar la atención al señalar al traidor Aponte Aponte, como un delincuente mentiroso. Pero, quien traiciona es porque estaba ligado a una causa y se zafó de ella; por otro lado, delincuente es, de acuerdo a su propia confesión, un delincuente que se salió de su cueva y dejó a sus compinches que continúan haciendo de las suyas, ¡al servicio de su Comandante!
Lo peor, parafraseando a mi distinguido y admirado Simón Alberto Consalvi, en su escrito “Los Laberintos del Poder”, cito “Al Coronel Aponte Aponte lo sustituirá otro Aponte Aponte, tan mediocre e ignorante como él, pero tan incondicional y tan verdugo como él. Porque la revolución bolivariana, a estas alturas de la historia, dejaría de ser revolución si no degrada la justicia y la condena a su misión de guillotina.”
Rene Roberti
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Tema próximo:

Caso de la CIDH

El gobierno venezolano ha designado un consejo que estudiará la posibilidad de que el país salga de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A esta petición hecha por el Presidente Hugo Chávez, han salido al paso varios representantes de su gobierno apoyando el posible fallo. Por eso deseamos preguntarle su opinión en relación a este tema, ¿debe salir Venezuela de la CIDH?, ¿Qué podría pasar de llevarse a cabo esta medida?, ¿es ajustada a derecho, viola la Constitución Nacional?
Envíenos sus opiniones a [email protected], antes del 11 de mayo y serán publicadas el próximo lunes 14 del mismo mes en la página 2 del cuerpo A, en la Página de los Lectores.

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