La escalada de violencia que se desató la noche del viernes en Barquisimeto continuó la tarde de este sábado cuando un vigilante privado fue asesinado a balazos mientras prestaba sus servicios en una farmacia ubicada en la avenida Las Palmas, frente al Hospital Central Antonio María Pineda.
La nueva víctima del hampa es Oswaldo José Castañeda Rojas, de 48 años, padre de cuatro hijos, residenciado en el barrio Las Clavellinas y empleado desde hace tres años de la empresa Prodevalca.
Sobre la forma como se produjo el crimen no había muchos detalles por cuanto el personal de Farmacentro, donde ocurrió, se abstuvo de aportar información alguna, aunque se presume pudo haber visto algo.
Aproximadamente a la una de la tarde se escucharon unos disparos en el sector y seguidamente se observó el cuerpo del trabajador sangrante, tirado en el suelo.
Cuando se acercaron para auxiliarlo y trasladarlo al cercano centro asistencial se percataron que había fallecido por lo cual se limitaron a esperar la comisión del Cicpc que haría el levantamiento del cadáver para llevarlo a la morgue donde le practicarían la autopsia de ley.
Había recibido dos balazos en el pecho y uno en una pierna, muriendo en pocos segundos.
A los funcionarios del Cicpc que actuaron en el levantamiento del cadáver les llamó la atención que los autores del asesinato no se llevaron el arma de Castañeda Rojas y tampoco su cartera.
Sin embargo, no se descarta que hayan amenazado al trabajador para obligarle a entregar el arma de fuego que se encontraba parcialmente escondida en un matero y, al negarse, durante un forcejeo, le dispararon.
Los funcionarios recabaron dos casquillos de proyectiles encontrados en el suelo por lo cual se presume le dispararon con un revólver calibre 38.
Igualmente trataron de entrevistar a alguna persona que pudo haber visto al o los autores del crimen para que aporte sus características y de esa manera identificarlos y activar sus capturas.
Entre los testigos del suceso se encuentran los empleados de la farmacia quienes, lógicamente, serán llamados a declarar para que aporten alguna información que puede ser importante para el esclarecimiento del suceso.
Igualmente se presume que algunos transeúntes pudieron haber visto al o a los delincuentes cuando escapaban a toda carrera por la avenida Las Palmas luego de haberle arrebatado la vida a otro padre de familia.
Comerciantes de la zona que prefirieron el anonimato dijeron que últimamente las misma se ha puesto muy peligrosa por la presencia de pandilleros que se confunden entre los transeúntes para robar carteras, teléfonos celulares y otros artículos de valor.
Exigieron mayor presencia policial con recorridos continuos, sobre todo durante las horas en que se registra el movimiento peatonal más intenso por las cercanías al primer centro asistencial larense.