La Juventus de Turín ganó este domingo su título número 28º de campeón de Italia, ocho años después del último y seis tras el escándalo de partidos amañados del »Calciopoli», gracias a un plantel con alma de ganador, liderado por jugadores emblemáticos como Gianluigi Buffon.
La victoria contra el Cagliari (2-0), acompañada de la derrota del Milan en el derbi contra el Inter (4-2), hace que los turineses ya no puedan ser alcanzados por los »rossoneri», cuando sólo queda una jornada para el final del campeonato en el »Calcio».
La »Vecchia Signora» ha vuelto, por fin, al lugar que por historia y prestigio le resulta más natural: la celebración de un título.
En la temporada de la reconquista de la Serie A ha sido más fuerte que el Milan en el sprint final y ha demostrado que un mayor número de estrellas, como teóricamente reúnen el Milan o el propio Inter, no es sinónimo de éxito, sino que también importa el trabajo, el esfuerzo y el espíritu de equipo.
El entrenador Antonio Conte ha sabido transmitir eso a sus jugadores, sin olvidar nunca la «tattica» (táctica), tan omnipresente en un fútbol como el italiano, donde cada encuentro se analiza como una partida de ajedrez.
Su capacidad para gestionar el aspecto humano del club ha sido excelente y ha sabido esquivar los conflictos, a pesar del temperamento explosivo de algunos jugadores.
La Juventus está invicta en la Serie A desde el principio de la actual temporada y podría cerrar una campaña maravillosa, si logra el título en la Copa de Italia, el día 20 de mayo frente al Nápoles.
Los »bianconeri» se han apoyado en muchas ocasiones, dentro y fuera del campo, en dos campeones del mundo de 2006, el portero Gianluigi Buffon, que ha recuperado su mejor nivel, y Andrea Pirlo, que ha rendido también a un alto nivel.
El Milan, el anterior club de éste último, seguramente ha lamentado en más de una ocasión su marcha.
El veterano Alessandro Del Piero ha jugado menos, pero su peso e influencia en el vestuario es indudable.
Los sistemas de juego adaptables de Conte cuentan con un centro del campo de excepción, donde la eclosión de Claudio Marchisio (9 tantos) ha sido el perfecto complemento para Pirlo. Con esos dos pilares, Simone Pepe y el chileno Arturo Vidal lo han tenido más fácil para dinamizar el juego ofensivo.
La defensa también ha respondido a la perfección: es la mejor de Italia en esta temporada y Buffon se ha sentido respaldado en todo momento.
Como para casi todos los campeones, la suerte también ha tenido su cuota de protagonismo y la »Juve» fue afortunada en el partido clave de la temporada, el empate 1-1 ante el Milan el 28 de febrero pasado, en el que el árbitro rechazó conceder un gol al ghanés Sulley Muntari para los lombardos, cuando el balón había cruzado la línea en casi un metro, lo que provocó una gran polémica.
Los »rossoneri» han recordado ese episodio en los últimos meses, ya que el tanto hubiera puesto el 2-0 en el marcador, quizás asegurando una victoria que luego se escapó con el tanto del equipo de Turín, que salvó un empate.
Las lesiones también han respetado más a la Juventus que al Milan esta temporada.
Tras dos temporadas discretas, en las que terminó en la séptima plaza, la Juventus pudo por fin conseguir el ansiado »Scudetto», el 28º de su historia, pasando por fin la página negra del »Calciopoli», que hizo que el equipo quedara desposeído de los títulos de 2005 y 2006, e incluso que tuviera que descender a la segunda categoría (Serie B).
Ha renacido de sus cenizas y ha demostrado al mundo que está de vuelta. La Liga de Campeones será sin duda su objetivo la próxima temporada, en busca, también ahí, de reverdecer sus viejos laureles.