Para los habitantes del municipio Palavecino, las lluvias son sinónimo de colapso. Con un leve aguacero, los drenajes colapsan, las calles se inundan y en los sectores más rurales, el agua termina haciendo estragos.
Ayer, la ciudad vecina amaneció con las primeras gotas que anunciaban un día de constante torrencial y nubes grises que se mantuvieron hasta pasado el mediodía, con lluvias leves pero que evidenciaron el mal estado de los desagües en gran parte del casco central de Cabudare, donde las tapas de las alcantarillas terminaron a un lado luego de que el agua saliera a borbotones de las cañerías.
En la Intercomunal Barquisimeto – Cabudare, el agua sobrepasaba el nivel de la acera, los vehículos que transitaban por la vía levantaban grandes olas que terminaban mojando a los transeúntes quienes, a duras penas, podían caminar para tomar el transporte público.
En La Piedad, el mal estado de las calles hacía que la lluvia arrastrara pedazos de asfalto y dejara a su paso piedras, tierra y basura en medio de la vía.
Aunque no fue un temporal fuerte, las consecuencias se hicieron sentir, sobre todo en las comunidades rurales, como es el caso del asentamiento campesino La Mora, un sector con calles de piedra y casas de bahareque donde la lluvia generó grandes ríos y socavó parte de las vías.
El barro y las lagunas de agua impidieron la salida de los vecinos, quienes optaron por quedarse en casa. La mayoría no perdió la oportunidad para hacer un llamado a las autoridades municipales para que atiendan sus necesidades, sin esperar a que ocurra alguna tragedia para actuar.
En Los Rastrojos, la situación fue similar: drenajes colapsados, calles destrozadas y llenas de charcos y alcantarillas desbordadas fueron parte de las consecuencias de las lluvias.
Además, sectores como El Tamarindo, La Nicaciera, Cruz del Valle, El Tereque, Valle Hondo, Tarabana y La Esperanza, también resultaron afectados.
Esta situación no es nueva para los palavecinenses, quienes en diciembre del año pasado sufrieron las consecuencias de las fuertes lluvias. En esa oportunidad resultaron afectados más de 182 grupos familiares.
El llamado es a todos los ciudadanos a mantener los bucos y quebradas despejados de manera que no impidan la libre circulación del agua cuando se generan fuertes lluvias.
Fotos: Edickson Durán