El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y pitos (sibilancias), que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra.
Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche.
En las últimas décadas, el asma se ha vuelto más común en niños y adultos, por eso se creó un Día Mundial para recordar la importancia del tratamiento a tiempo.
Se estima que unos 300 millones de personas padecen esta enfermedad inflamatoria crónica de las vías respiratorias, y que para el 2025 otros 100 millones de personas más la padecerán.
Difundir las medidas que permiten a las personas con asma controlar su enfermedad y llevar una vida plena sin limitaciones es el objetivo del Día Mundial del Asma, que se conmemora el primer martes del mes de mayo.
Tratamiento a largo plazo
Puedes controlar tu asma es el lema elegido por la Iniciativa Global para el Asma (GINA, por sus siglas en inglés) para la celebración de este día, cuya meta es reducir un 50% las hospitalizaciones por asma en cinco años.
“El tratamiento a largo plazo puede prevenir la mayoría de las crisis severas por asma, e incluso las personas que la padecen pueden llevar una vida normal y realizar actividad física sin limitaciones», recalcó María Ghini, coordinadora del programa de salud respiratoria del estado Lara.
Debe existir la importancia de hacerle saber a la población que se trata de una patología controlable, pero para ello es necesario establecer un apego importante a la medicación que le sea recetada al paciente.
Además es necesario identificar los factores alérgicos que puedan desencadenar una crisis para impedir nuevos episodios.
Por ello, un buen control con un especialista y cumplir con los tratamientos aun cuando los síntomas de las crisis hayan desaparecido es vital para reducir el número de hospitalizaciones y ausentismo tanto escolar como laboral.
Keren Torres Bravo
Fotos: Daniel Arrieta