El preestreno de la película venezolana Memorias de un soldado, opera prima del caraqueño Caupolicán Ovalles, cautivó a los comunicadores sociales y al público en general que se dio cita la tarde de ayer en el Centro Comercial Metrópolis para el disfrute de este filme de época que retrata la vida de Braulio Fernández, uno de los tantos soldados que libró aguerridas batallas con el propósito de alcanzar la independencia de Venezuela.
Ejércitos reales y patriotas se enfrentaban sin tregua. A pesar de la guerra y toda la estela de drama que dejaba a su paso, el amor encontró refugio en las miradas que se suscitaron entre Braulio Fernández (Erich Wildpret) y Lucía Machado (Marisa Román). De esta manera retrató la historia Caupolicán Ovalles. Para este cineasta venezolano con estudios internacionales, el filme guarda su propia historia, ya que se trata de los testimonios reales que recopiló el bisabuelo de Ovalles y que más tarde, publicaría en un libro su padre, para hoy irrumpir en la gran pantalla de forma impecable.
Previo a la proyección de la película, parte del elenco, Ovalles e invitados especiales, ofrecieron una rueda de prensa en el ya mencionado mall, para ahondar en los detalles de esta producción que lució fenomenal. Durante la conferencia de prensa Ovalles habló sobre el legado familiar, los diez años para alcanzar el guión, las locaciones utilizadas, el aporte de la Villa del Cine y El CNAC, el registro, documentación e investigación para recrear a la Caracas de 1820, su gente, costumbres y modo de vida, preparación de los actores y las clases de garrote, equitación y esgrima que recibieron a lo largo de tres meses.
El primer actor Asdrúbal Meléndez también confirió amables palabras al público durante su intervención. Mencionó que el personaje que interpreta lo cautivó. “Mi tarea es pasarle información a los patriotas… se trata de un personaje muy interesante, que desempeña roles diferentes”.
Por su parte, Amanda Key, quien hace el papel de Honoria, también se expresó en la rueda de prensa para comentar que el filme la invitó a investigar y documentarse al respecto. “Honoria es la esclava de la familia Machado, quizás no participó en ninguna batalla, pero igual fue una mujer aguerrida, como la mayoría de las mujeres de la época, que sufrían al perder hijos, esposos y hermanos”.
También se conoció que la película tuvo un costo de producción de 8 millones de bolívares fuertes.
Con esta película, manifestó el director, damos a conocer una visión diferente de la guerra, de esos héroes anónimos y la forma en que el amor entre un hombre y una mujer se convierte en la única esperanza posible… “el amor se sobrepone a la guerra. Es una historial real que expone cómo soportaron los jóvenes las consecuencias de la guerra”.
El director lo resumió en una frase: más que una película de época, se trata de una historia de amor real en tiempos de guerra, nuestro propósito es que el público se identifique con el filme”.
En detalle
Memorias de un soldado, hace gala de una exquisita correlación de las ideas. Es una película de época que mantiene al espectador atento. Ideas perfectamente hilvanadas, detalles bien cuidados, escenas acertadas y logradas que ponen de manifiesto un mensaje sencillo y al mismo tiempo denso.
La música, la fotografía, el vestuario, el guión, locaciones, reparto y en general, todo lo que involucra la película da cuenta de la manera en que los actores se compenetraron con sus personajes y la historia. El trabajo de equipo salta a la vista, denotando una elocuente sintonía.
Vale destacar que el próximo 18 de mayo será el estreno nacional de Memorias de un soldado. De igual manera, el equipo del filme recorrerá otras ciudades del país para presentar la película que expone la forma en que un soldado y una valiente mujer logran abrir un espacio para el amor a pesar de la diferencia de ideales.
También integran el elenco Luciano D’Alessandro, Lance Dos Ramos, Gustavo Camacho, Javier Vidal, Dimas González, Karl Hoffman, entre otros.
Fotos: Edickson Durán
