Hace dos semanas comenzó la reparación del muro de contención de la plaza-mirador ubicada frente a la entrada del pueblo de Santa Rosa, el cual se vino abajo el pasado mes de diciembre producto de una fuerte filtración de agua de lluvia que terminó por socavar el relleno y colapsarlo pocos días antes de la procesión de la Divina Pastora.
La obra es ejecutada por la Fundación Regional de Vivienda del estado Lara (Funrevi), institución que dispuso 2,45 millones de bolívares fuertes para inversión de la primera etapa del proyecto.
Danela Romero, presidenta de Funrevi, explicó que en el lugar deben ejecutarse dos tipos de trabajo. El primero referido al manejo de las aguas de lluvia que percolan desde la urbanización Colinas de Santa Rosa, específicamente desde la avenida Madrid, y otro de mera infraestructura por el lado de la cuesta de Santa Rosa.
La obra está proyectada para ser culminada en cuatro meses, debido a la complejidad de las perforaciones y arreglo de la red de tuberías internas de manera de evitar que se produzcan nuevas filtraciones y otro derrumbe.
“El gobernador Henri Falcón se comprometió con el pueblo barquisimetano de entregar la reconstrucción de este espacio para el 14 de septiembre, fecha aniversaria de la ciudad”, explicó Romero.
Indicó que en la parte frontal del derrumbe se tiene previsto construir un nuevo muro, fortalecer la plaza y colocar una fuente ornamental. También diseñar un jardín y otros elementos que hagan del lugar un espacio más agradable para el que decide pasar un rato al ocaso del día.
El proyecto está estimado en cuatro meses debido a las previsiones de ingeniería que deben tomarse para evitar un nuevo episodio como el registrado en el mes de diciembre. “Allí debajo de la pequeña ladera encontramos conexiones de tuberías mal hechas de casas de la zona, las cuales filtraban gran cantidad de líquido y contribuían a la inestabilidad del talud”.
En la zona de Colinas de Santa Rosa hay una sola tanquilla para recoger el agua de lluvia, lo cual también es factor que contribuye a la acumulación de líquido dentro de la montaña. “Por eso es que también vemos frecuentes hundimientos en la capa de rodamiento de la cuesta de Santa Rosa”.
Actualmente hay en el lugar unos diez trabajadores y dos máquinas retroexcavadoras de la empresa contratista Farrial.
La segunda etapa de la obra ameritará una inversión similar a la primera.
Fotos: Simón Alberto Orellana