La Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela de 1999 como las nuevas Constituciones de América Latina, establece un extraordinario sistema para el gocé y el ejercicio de los Derechos humanos, bajo el principio de progresividad y sin discriminación alguna, haciéndolos irrenunciables, indivisible e interdependiente. Venezuela participalen el marco internacional de los Derechos Humanos reconocidos y garantizados tanto por los Tratados internacionales como por las instituciones regionales y mundiales.
El Artículo 23 de nuestra Carta Magna, establece la jerarquía constitucional y la preeminencia en el orden interno de los tratados, pactos y convenciones de Derechos Humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, con la aplicación inmediata e indirecta por los tribunales y órganos del poder público. Así el derecho Internacional de los Derechos Humanos y su mecanismo de protección de carácter Internacional están incorporados al orden nacional. De allí la importancia en el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos especialmente con Corte Interamericana y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Estos mecanismos de protección internacional dentro de la OEA, son respetados por todas las democracias del Continente. Venezuela bajo el principio de la soberanía absoluta se resiste a aceptar la competencia y la aplicabilidad de las opiniones y decisiones de estos organismos.
La reciente decisión del Presidente Chávez de solicitar el retiro de nuestro país de la CIDH ha sorprendido a todas las cancillerías latinoamericanas que buscan fortalecer los mecanismos de protección de los Derechos Humanos en el Continente entre ellos a la Comisión que hoy denuncia Venezuela. el Presidente no fue bien asesorado en cuanto a la imposibilidad del retiro de la CIDH, sin el retiro automático de la Corte Interamericana, y consecutivamente el posible retiro de la, en razón de que tanto la Corte como la Comisión son fundamentales en todo el sistema interamericano.
Existe la obligación para Venezuela en materia de Derechos Humanos de Legislar en el derecho interno, dentro del marco de los compromisos internacionales y la prohibición de dictar leyes contrarias a los mismos. Toda violación a los tratados de Derechos Humanos, puede tener responsabilidad internacional, de acuerdo a la Convención de Viena de los Tratados. Ningún estado puede invocar disposiciones de su derecho interno como justificación del incumplimiento de tratados, debe respetarse la norma Pacta Sunt Servanda.
La Sala Constitucional del TSJ, a pesar de lo señalado el artículo 31 de la Constitución, en su jurisprudencia se ha separado del Derecho Internacional, tanto por el incumplimiento de los pactos, como por la inoponibilidad del Derecho Interno para no cumplir obligaciones.
El TSJ ha rechazado las decisiones de la Comisión y de la Corte Interamericana, bajo el principio de soberanía nacional, dejando de lado la obligatoriedad de los fallos internacionales.
Al retirarse Venezuela de la Comisión tendrá que retirarse también de la Corte Interamericana y consecuente al de la Organización de los Estados Americanos, quedando junto a Cuba fuera del Sistema Interamericano.
Para retirarse de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, debe esperar 1 año después de la denuncia de este Tratado, y en el caso del retiro formal de la OEA debe esperar 2 años después del preaviso y notificación al secretario general de la OEA. Venezuela seguiría obligada en todos los asuntos que estos organismos conocen en materia de derechos humanos, en nuestro país.
Es un error seguir el camino que marco en 1999 el gobierno dictatorial del Perú cuando Fujimori para evadir la responsabilidad internacional y especialmente dejar sin efecto las decisiones de la Corte Interamericana, quedo al margen del sistema de protección de los derechos humanos de la OEA. Ojala que el Presidente Chávez no vaya mas allá, como lo han señalado algunos voceros del gobierno, de aislarse incluso del Consejo de los Derechos Humanos de la ONU, donde de manera similar a los Organismos Interamericanos se ha cuestionado la vigencia de los derechos humanos en Venezuela.
De ganar Capriles Radonski la presidencia en las elecciones de Octubre, como todos esperamos, se impedirá esta precipitada y errónea decisión que aísla a Venezuela del sistema internacional en un campo fundamental para la democracia como es la promoción, protección y respeto de los Derechos Humanos, fundamental no solo para los gobiernos sino también para la Sociedad Civil, las ONG y la comunidad académica.
