Tras el motín registrado en el centro socioeducativo Pablo Herrera Campins, hubo un total de 17 adolescentes heridos y parte de las instalaciones destrozadas.
Los muchachos de los sectores A y D en protesta porque no quieren ser educados, porque no les permiten el paso de más de dos familiares y según lo estipula la Lopna y las normas internas del albergue, deben ser su madre y padre, decidieron destrozar las instalaciones del centro socioeducativo. Según las inspecciones que han realizado desde el Servicio de Atención Integral para Niños, Niñas y Adolescentes (Saina) Lara se estima que los daños ascienden a 30 mil bolívares fuertes.
Marielis Sánchez, directora del Saina, manifestó que aparte de los grandes daños ocasionados por los muchachos, decidieron auto flagelarse y hubo un total de 17 adolescentes heridos. Las lesiones presentadas fueron cortantes y en las piernas, hechas por armas blancas de fabricación rudimentaria.
“El día de hoy (ayer) prometieron portarse bien y estamos convocando este jueves a una reunión con los padres de los adolescentes, porque debemos buscar solventar la situación y reparar los daños ocasionados. Su comportamiento es un agravante en su proceso penal, ellos no pueden pretender que le demos un informe de buena conducta, cuando no la tienen”, expresó Sánchez.
Así mismo explicó la encargada del Saina que son 69 los jóvenes rebeldes.
Recalcó que en la requisa a la cual fueron sometidos se incautaron armas blancas en su mayoría creadas con afeitadoras, dos porciones de presunta droga, dinero, así como teléfonos celulares y cargadores. Ahora las revisiones serán un poco más estrictas. Contarán con la presencia de perros antidrogas y estarán 29 Polilaras destacadas en El Manzano.
“Mientras el centro socioeducativo esté a cargo de la Gobernación se les dará un trato digno a los adolescentes; no permitiremos que se convierta en un Uribana”, puntualizó Sánchez.
Muerto en la 30
Sobre la muerte de Pedro José Liendo Durán (25), ocurrida el lunes a las 10:15 de la noche dentro de los calabozos de la Comandancia General de la policía, mejor conocida como la 30, están esperando instrucciones del Ministerio Público a ver si se realiza una requisa.
Mientras los encargados de control de detenidos investigan la situación y siguen tratando de mantener el orden en el lugar, esta es la segunda muerte que se registra en la comandancia de Polilara.
Foto: Ricardo Marapacuto