Una velada de magia acústica, majestuosidad instrumental y encanto dancístico se escenificó el pasado 28 de abril en el emblemático Teatro Juares, espacio que recibió a una de las agrupaciones de mayor prestigio, valor y reconocimiento artístico del país, para conmemorar el tercer aniversario de su reinauguración.
Ante un nutrido grupo de melómanos y apasionados del arte en movimiento la consagrada agrupación Vasallos del Sol destiló todo su virtuosismo en el escenario.
Entre vítores y aplausos, la fusión de música, danzas y tradición comenzó con un cántico aborigen: Tres raíces, Hiwi, Punto y Pregón. Después de aquel crisol étnico que tiene origen en el Amazonas, continuaron con una pieza, titulada Canto de Lavanderas, que se originó en San Javier de Yaracuy. Posteriormente, la fila de ejecutantes recordó a los asistentes que se presentaron en la capital musical por primera vez en el año 1995.
En el emotivo reencuentro con los barquisimetanos, los integrantes de la aclamada institución expresaron con regocijo que en aquella cita compartieron tarima con Alma de Lara. A partir de allí los exponentes del arte musical y del movimiento emergieron al recinto con tamunangue. Quema de Judas y Batalla, yiyivamos y seis fueron los temas que deleitaron a la audiencia. La gala sonora continuó con la parranda Está lloviendo en Caracas, compuesta por uno de los músicos de Vasallos, Jesús Rondón, quien fue condecorado con el Premio Municipal de Música de Libertador por dicho tema.
Prosiguió la gala con otra pieza en la que convergieron líricas, ejecuciones y bailes. Los músicos entonaron Agua de tu río y continuaron con piezas como Fulia Piedad, Tambor Mina y culo de puya de Curiepe y Mendoza, Si yo fuera, Tamborero, Esta noche buena, Juan Segundo López, Tambor de Caraballeda, Brisa Fugaz y Tambores de Falcón.
Los aplausos del público también agitaron el recinto que recibió a multitudes.
Finalmente los Vasallos del Sol se despidieron con Boy days, Mama look a boo boo y Miss Dorothy.
Foto: Daniel Arrieta