Perros callejeros

-

- Publicidad -

En este diario el 18-01-2012 salió un comentario titulado «los sacrificios de perros callejeros están prohibidos»
Me llamó la atención porque hay una cosa muy particular en este caso, ya que si usted analiza el asunto se dará cuenta de que los únicos perros callejeros que usted encuentra abandonados, enfermos, hambrientos y maltratados, son los perros criollos.
Usted jamás encontrará un perro de los importadores en la calle abandonado, sucio y hambriento. Qué nos dice esto, que hasta en eso los venezolanos en general, habrá sus raras excepciones, tienen una cultura extranjerizada, generalmente la mayoría prefiere lo extranjero ante lo propio.
Dice el profesor Taylor Rodríguez, cronista de Palavecino, que padecemos una terrible transculturación y que hubiera muerto de súbito Don Mario Briceño Iragorry, el sabio trujillano, al observar el viacrucis de la cultura popular.
Muy interesante el comentario en EL IMPULSO porque plantea la situación no sólo de los perros sino también de otros animales hace hincapié en la vacunación de los mismos y dan la dirección, carrera 16 con calle 31, donde usted puede acudir a vacunar sus animales.
Desearía saber dónde funciona la S.P. de A. para inscribirme en ella ya que una vez pertenecí a la comandada por la conocida Cecilia Labrador y los periodistas Herman Garmendia y Roberto Mujica, lamentablemente fallecidos. Cuando fallecieron estos baluartes se desintegró la sociedad aquí en Lara, hasta ahora que la oigo nombrar, felicitaciones. Necesitamos ser más venezolanos, aquí tenemos de todo y no lo hemos sabido apreciar. Lamentablemente la educación ha fallado en eso: educar a los niños y jóvenes en el conocimiento y amor a su país. Si así se hubiese hecho no estaríamos en la lamentable situación en que hoy nos encontramos, otro gallo cantaría y seríamos el país que podemos ser, verdaderamente independiente en todos los sentidos, tendríamos de todo para exportar y no vivir de la importación, eso sí sería una verdadera revolución e independencia y no la proclamada por el cuentacuentos de sabaneta.
Para terminar voy a citarles lo que vi en estos días en TV un concurso canino y el ganador fue un perrito criollo abandonado, enfermo y hambreado; un señor lo recogió, lo curó y lo amaestró. Un compadre mío, Carlos Garmendia, hermano del periodista arriba citado, tenía unos perros yusos amaestrados que hacían lo que él les ordenaba. Entonces ¿cómo quedamos? Advierto, la culpa no es de los perros.

Pulsa aquí para apoyar la libertad de expresión en Venezuela. Tu donación servirá para fortalecer nuestra plataforma digital desde la redacción del Decano de la Prensa Nacional, y así permitir que sigamos adelante comprometidos con la información veraz, como ha sido nuestra bandera desde 1904.

- Publicidad -

¡Contamos contigo!

Apóyanos aquí

- Publicidad -

Más leido hoy

- Publicidad -

Debes leer

- Publicidad -
- Publicidad -