A los fanáticos de los Marlins de Miami se les pintó la tierra prometida. Al no conseguirla ya han empezado a reclamar… en el mismo mes de abril.
En el último día del primer mes de la temporada, los dirigidos por el venezolano Oswaldo Guillén y actuales sotaneros de la División Este de la Liga Nacional fueron abucheados por la multitud presente en el nuevo estadio por segundo día consecutivo.
Guillén no solo entiende el motivo de las rechiflas, las comparte. “¿Pueden culparlos? Yo también estaba abucheando. Esto que estamos haciendo es una vergüenza. Tenemos una mejor plantilla de lo que estamos exhibiendo. Estamos jugando un muy mal beisbol, punto”, dijo el criollo a AP.
Los Marlins terminaron abril con la tercera peor marca de la Liga Nacional, acumulando ocho victorias en 32 juegos, superados únicamente en su desgracia por los Piratas (7-17) y por los Cachorros (8-15).
El discurso, sin embargo, no es conformista. Como líder de una novena obligada a competir este año, el criollo ha prometido reformas drásticas.
“Es mi trabajo. Les he dicho que si ellos no logran hacer los ajustes, yo los haré por ellos. Todavía no sé exactamente cuál, pero voy a tomar una decisión drástica pronto. En eso soy bastante bueno”, aseguró.
Miami ha contado con la segunda peor ofensiva de la Liga Nacional, anotando solo 73 carreras en 32 cotejos gracias a la sequía de los bates de José Reyes (.220 de AVG), Giancarlos Stanton (.628 de OPS) y Hanley Ramírez (.706 de OPS). “Somos demasiado buenos para seguir jugando así. Tenemos que cruzar la esquina y rápido”, dijo José Reyes, consciente de que amanecieron ayer a seis juegos del liderato de su división.