A raíz de su grave enfermedad, Chávez tomó mayor consciencia de que democrática y Constitucionalmente a su gobierno se le agota el tiempo para expirar, y que a pocos meses del 7-O, este régimen se halla «moribundo», ya que la mayoría del venezolano no aguanta su carácter dictatorial ni las embestidas que se traducen en mayor inseguridad.
Al saberse perdido, quiere aplicar una de Jalisco «si no la gana arrebata» y con mayor irresponsabilidad, sin importar si arde «troya», se ha venido preparando para eso, como he alertado en los últimos cuatro artículos escritos en este espacio, y que el viernes, el mismo Chávez corroboró al enseñarnos los «dientes» cuando anuncia la creación de un «Comando Especial Antigolpe cívico-militar», que está actuando. Este comando será nefasto para el país, ya que vendría a ser una especie de «Secreta», como se llamaba la policía de Juan Vicente Gómez.
Chávez padece no sólo de cáncer, sino que está enfermo de alma y de los sentidos; se presenta soberbio, lleno de ira y amenazante, peligroso en un momento donde se juega «el todo por el todo», más aún, dejándose llevar por malas consejos y de otras latitudes, quienes calculan el momento histórico para sacarle provecho tanto político como económico.
La Nación se halla en un momento crucial, tomada por un «Estado Chavista», con el cual, hay que enfrentarse democrática y constitucionalmente para hacer valer la voluntad popular el 7-O, que anticipadamente Chávez y toda su «camarilla» pretenden enturbiar y desconocer desde ahora, creando una atmósfera de un supuesto «golpismo de la oposición»; valiéndose del aparataje comunicacional público para desacreditar a la dirigencia opositora, mientras ellos, vienen gestando el autogolpe y trabajando para aparentar lo más legítimamente.
Dentro de la conspiración gubernamental se halla la resistencia del TSJ y el sector oficialista dela AN, de no gestionar una Junta Médica que certifique la salud de Chávez y proceder en los términos legislativos el nombramiento del Presidente Encargado, ya que existen suficientes evidencias de que el Jefe de Estado, no está nada bien.
Hemos acudido en tres oportunidades al TSJ para esta diligencia, así que denuncio ante los venezolanos y los organismos internacionales (OEA, ONU, de los Derechos Humanos) como corresponsables a los representantes del Máximo Tribunal y a la AN, de hechos como persecuciones, detenciones a través de esa «Secreta» o «Comando Especial Antigolpe», o un derramamiento de sangre producto del autogolpe de Chávez, por no haber activado a tiempo los mecanismos constitucionales para una transición pacífica.
@pablomedinaml