Utopías y Lógica:¿Por qué el gobierno deja que nos maten?

 Este gobierno ¿a quien gobierna?
Todo se le escapa de control y de dominio, por ninguna parte aparecen las soluciones y los responsable de tanta desidia e incompetencia.
¿Es responsable el ciudadano de que las maten, roben, secuestren, estafen, le disparen, la atropellen, etc., etc.? ¿O es el gobierno?
La mayoría del pueblo se expresa a diario en las morgues, en los barrios y en las regiones más impensables (donde antes no había delincuentes, ni para robar gallinas); el pueblo dice y sabe que este es un malicioso gobierno, con total inclinación a hacer daño al adversario, al saltatalanquera, al pueblo que no vota por él y a los que votan también por él.
¿Es que acaso la muerte que anda por estas calles escoge a electores rojitos a democráticos? No cabe duda que Chávez y su régimen actúan con malevolencia, para ellos causar daño y dolor es su carácter conductual; su maldad es genética del comunismo, del totalitarismo militarista y de los tiranos que han masacrado, robado y empobrecido al mundo.
La maldad del régimen se evidencia en sus actos, en su retórica violenta, en su apoyo a los colectivos «agrupados en el frente de colectivos Sergio Ramírez», en la entrega (con intención o corrupción «tráfico de armas») de armamento a el hampa común y a los frentes guerrilleros que nos invaden y extorsionan en la frontera; para colmo las policías están delinquiendo, corrompidas por estar mal equipadas y mal pagadas.
La seguridad pública es un desastre rojo.
Hay en el gobierno quienes consideran al delito como una oportunidad para intimidar, atar al adversario, aterrorizar y poder seguir dominando a la gente. Ha habido aberrados que se han atrevido a decir que la delincuencia es una respuesta racional a las injusticias sociales de ayer y miran la transgresión como respuesta ante el reparto inequitativo de la riqueza ¿Qué bárbaros? No sabe el Presidente y sus ministros que son los «pobres» quienes aportan más muertos, víctimas, victimarios y sufren los abusos policiales. Veamos qué dirán en relación con el empleo del hampa en los portones de Sidor, CVG, etc. y como guardaespaldas de sindicaleros «rojitos» y funcionarios corruptos del régimen y como herramienta política de presión a la disidencia.
Es evidente que al mal gobierno se ríe de que los pobres se maten entre ellos y de este modo, se neutralicen, pues mientras se entretienen en matarse -policías, víctimas y victimarios- no pueden coaligarse, dialogar, ni tomar consciencia de su mala situación, apaciguándose toda posibilidad de participación política coherente, esa es la forma más sutil y al mismo tiempo brutal de dominio del excluido social.
Los escuadrones de la muerte, los justicieros barriales, como La Piedrita, Los Tupamaros, Los Carapaicas, con sus etcéteras, encajan en esa táctica de control a través del hampa común gobernará, que se convierte en hampa política cuando es guapa y apoyada, por un jefe de Estado que ya no tiene vitalidad, fuerza y ánimo de seguir reeligiéndose con votos.