Tito Vilanova tomará la próxima temporada las riendas del Barcelona, en cuya cantera se formó como jugador y al que volvió para entrenar a las categorías inferiores, antes de ser llamado por Pep Guardiola, al que ahora va a suceder al frente del equipo azulgrana.
«Creo que el club ha acertado de lleno, es una persona que, más allá de mi afecto hacia él, es la mas capacitada; los jugadores lo conocen, tocará muy poco el funcionamiento que tenemos y al final yo daba voz a las ideas conjuntas de él y mías», dijo Guardiola este viernes tras confirmarse su salida del club.
Con la elección de Vilanova, de 42 años y formado como Guardiola y otras muchas estrellas azulgranas en la cantera del club, la famosa «Masía», el Barcelona continúa fiel a su política de buscar primero entre las opciones formadas en la filosofía de la casa.
«Siempre hemos dicho que cuando necesitemos a un jugador miraremos hacia abajo, por lo tanto miremos en casa. ¿Qué tenemos en casa? Tito, es fácil», afirmó el director deportivo «blaugrana» Andoni Zubizarreta, en referencia a la elección del nuevo entrenador, que saltó a las primeras planas en agosto pasado cuando el técnico del Real Madrid, José Mourinho, le metió el dedo en el ojo.
Al final del partido de vuelta de la Supercopa de España, el pasado día 17, que ganó el Barcelona 3-2, Mourinho se fue hacia Vilanova y le metió el dedo en el ojo, en una acción cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
Posteriormente, Vilanova volvió a ser noticia en noviembre pasado cuando fue operado de un tumor en una glándula salivar.
El próximo entrenador azulgrana y Guardiola se conocieron a mediados de los ochenta en la cantera del Barcelona, pero mientras «Pep» daba el salto al primer equipo para acabar convirtiéndose en una referencia del «Dream Team» de Johann Cruyf, Vilanova no pasó del filial, donde militó entre 1988 y 1990 antes de fichar por el Figueres, un club de Segunda División, del que saltó en la temporada 1992-1993 al Celta de Vigo.
Posteriormente, pasaría por el Badajoz, Mallorca, Lleida, Elche y Gramanet, un equipo de la Segunda División B, donde tras la temporada 2000/2002 decidió colgar las botas como jugador y volver al Barcelona para formarse como entrenador.
Como técnico de las categorías inferiores del Barça tuvo a su cargo a jóvenes promesas como Gerard Piqué, Cesc Fábregas o, incluso, Leo Messi, que son ahora puntales del equipo azulgrana.
Su trabajo atrajo la atención de otros equipos, con lo que pasó a entrenar a conjuntos como el Palafrugell, antes de convertirse en director deportivo del Figueres y luego secretario técnico del Terrassa.
Pero su gran oportunidad llegaría en 2007 cuando Guardiola lo llamó para ser su segundo en el Barcelona B.
«Pep» había aceptado el reto de subir al filial azulgrana de la Tercera División a la Segunda B, lo que logró y, entonces, fue contratado para hacerse cargo del primer equipo en sustitución de Frank Rijkaard.
Comenzaron entonces cuatro años dorados en el Barcelona en los que Vilanova fue el fiel y discreto escudero de Guardiola, que siempre ha defendido que muchas de las ideas puestas en práctica por el Barça fueron de Tito, que ahora tendrá la misión y el reto de mantener la exitosa marcha de su predecesor.
«No tenemos ninguna duda de que éste es un proyecto largo, que tiene ganas, jugadores y objetivos para seguir compitiendo», sentenció Zubizarreta.