El conjunto vasco, que llega a su segunda final europea luego de 35 años, buscará su primer título continental el 9 de mayo en Bucarest, en un partido decisivo contra el también español, Atlético Madrid, que tiene como gran figura al colombiano Radamel Falcao.
Amorebieta se convierte, de esa manera, en el primer vinotinto que se clasifica a una final europea, con la posibilidad de levantar el trofeo de campeón ante el juego vistoso y efectivo que despliega su equipo.
Temporadas atrás, el mediocampista Jeffren Suárez fue parte de la plantilla del FC Barcelona en Liga de Campeones, pero el nacido en Ciudad Bolívar, a diferencia de Amorebieta, se negó a vestir la camiseta vinotinto. Suárez, paradójicamente, quedó eliminado junto con el Sporting de Lisboa, al que recaló tras ser desechado del cuadro catalán.
El Athletic, que en su anterior final, hace 35 años, sucumbió frente a Juventus, selló el boleto a la final con un agregado 4-3, pero debió sufrir más de la cuenta para deshacerse del equipo portugués, que le ofreció mayor resistencia que la encontrada en las rondas previas por parte del Manchester United y el Schalke 04.
De hecho, el equipo coqueteaba con el alargue, pero llegó el gol de Llorente a dos minutos para el pitazo final y le dio el pasaje al juego definitivo.
El equipo de Bielsa entró al partido con una desventaja de 2-1, pero, visto su potencial ofensivo, no parecía tarea imposible la remontada e incluso movió el marcador apenas al minuto 17, cuando aprovechó una combinación entre Iker Muniain, Llorente y Markel Susaeta para tomar la delantera. Fue un destello de calidad de Llorente, que le bajó una pelota con el pecho a Susaeta para que este rematara de zurda a las redes.
El 1-0 le bastaba al Bilbao para clasificar. Pero el Sporting, aguerrido, respondió para nivelar las acciones por intermedio de Ricky van Wolfswinkel, al final del primer tiempo, y así se convertía transitoriamente en el clasificado.
En el tren de emociones, el cuadro vasco, dos minutos luego, retomó la ventaja con un tanto de Ibai Gómez, tras recibir un balón en bandeja de plata de Llorente, y niveló la eliminatoria, por lo que necesitaba un tanto más para hacerse con el control y el pasaje.
Lo buscó a lo largo del segundo tiempo y lo consiguió en la pierna de Llorente, quien, después de poner dos pelotas de oro, se convirtió en héroe al meter un pie salvador y mandar el balón a las redes.
El Bilbao estará en Bucarest, ciudad en la que ondeará el pabellón tricolor por la presencia de Amorebieta.
Foto: Reuters