La caída que se ha registrado en la producción agrícola, en los últimos tres años, es lo que ha conducido a Fedeagro a ratificar que la agricultura venezolana atraviesa por un profundo proceso de recesión, conclusión que ha sido incluida en el documento final de la Asamblea que acaba de concluir sus deliberaciones en Maracay.
Estima el organismo cúpula del sector primario, que ello es consecuencia de las políticas erradas del sector públicos, la ausencia de sinceración de precios en los diferentes rubros agrícolas, lo que ha generado una situación de escasez, que el gobierno ha estado resolviendo a través de las importaciones.
Advierte la Federación, que esta situación que vive la agricultura nacional, está comprometiendo severamente la economía de 15 entidades federales, cuya principal actividad está vinculada con la producción agrícola.
Responsabiliza asimismo al cerco montado por el Gobierno al sector, a través de las ocupaciones de fincas, expropiaciones, confiscaciones, invasiones y la aplicación irracional de un marco legal inadecuado, a través de la Ley de Tierras, de esta crisis que se agudiza en el sector primario de la economía.
Se indica que la mayoría de los productos del campo, a pesar de algunos ajustes en los precios que se han aprobado, mantienen rezagos significativos, que crean desestímulo y obligan a muchos agricultores a abandonar sus precios, debido a que no tienen una rentabilidad que les permita atender sus obligaciones con los bancos, tampoco sus necesidades mínimas.
Aseguran que de darse las condiciones, estarían en capacidad de abastecer el 70% de los productos agrícolas de consumo masivo, en un plazo no mayor de seis años, proyectando un crecimiento de 3% interanual entre el 2013 y 2019.
Ratifican que es imprescindible la implementación de una política integral de fijación de precios, a través de la cual se hagan revisiones periodicas de los mismos, en función de las estructuras de costos, las cuales son cambiantes en un país con alta inflación como es el caso de Venezuela.
