Un total de 1,4 millones de adolescentes mueren cada año en el mundo en accidentes de tráfico, por complicaciones en el parto, sida, suicidio o por actos violentos, especialmente en países africanos y de Latinoamérica, según se desprende de un informe publicado hoy por UNICEF. Venezuela ocupa el segundo lugar en tasa de homicidios en adolescentes.
«La pobreza, el estatus social, el sexo o las discapacidades impiden a millones de adolescentes disfrutar de sus derechos a una educación de calidad, a la atención sanitaria, la protección y la participación, por lo que es hora de atender sus necesidades y no dejarlos atrás», aseguró la subdirectora ejecutiva de la organización, Geeta Rao Gupta, en un comunicado de prensa.
Los accidentes de tráfico, la violencia, enfermedades como el sida, complicaciones en el parto o el suicidio causan la muerte anual de 1,4 millones de adolescentes, pero de una forma desigual en las distintas partes del planeta, como consecuencia de las diferencias en el acceso a los beneficios del progreso, señala el informe.
En algunos países de América Latina, hay más adolescentes varones que mueren a causa de homicidios que por accidentes de tráfico o por suicidio, dice el documento preparado por los expertos del fondo de la ONU para la Infancia (Unicef).
El documento también apunta a que en El Salvador, el país latinoamericano con la tasa más alta de homicidios, hay 157 jóvenes de entre 15 y 19 años por cada 100.000 habitantes que son víctimas de ese tipo de delitos, seguido por Venezuela, con 106; Guatemala, con 95, y Brasil, con 83.
El informe reivindica también que los adolescentes deberían ser reconocidos en sus comunidades como agentes de cambio, a través de programas y políticas que los protejan, para que puedan desarrollar su creatividad y su capacidad de innovación.
Es el África subsahariana el lugar del mundo que plantea más desafíos para la vida de los adolescentes, además de que será una región que en 2050 concentrará la mayor población de personas entre 10 y 19 años, el rango de edades que las Naciones Unidas considera como adolescencia.
Así, sólo la mitad de los niños del África subsahariana completan la educación primaria y esta región presenta las tasas de escolarización en la secundaria más bajas del planeta.
A pesar de que el 90 % de los niños del mundo están matriculados en escuelas de educación primaria, 71 millones no continúan sus estudios en la secundaria, y 127 millones de jóvenes entre 15 y 24 años son analfabetos.
Otro de los retos a los que se enfrentan los 12.000 millones de adolescentes que actualmente viven en el mundo es el de la violencia, en sus distintas manifestaciones.
Las chicas son especialmente vulnerables a la violencia dentro del matrimonio, por ejemplo en la República Democrática del Congo, donde, según puso de manifiesto una encuesta de UNICEF, el 70 % de las jóvenes que se casaron entre los 15 y los 19 años sufrieron malos tratos a manos de sus parejas actuales o pasadas.
Además, muchas adolescentes se ven forzadas a abandonar la niñez prematuramente y adoptar roles adultos como esposas o madres, ya que un tercio de las jóvenes casadas de los países en vías de desarrollo que ahora tienen entre 20 y 24 años contrajeron matrimonio antes de los 18.
En Níger, por ejemplo, la mitad de las jóvenes de estas edades dieron a luz también antes de los 18 años.
En África las complicaciones en el parto o durante el embarazo son la principal causa de muerte para las jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 19 años.