La Polar

Para nadie es un secreto que este régimen no quiere a nadie que tenga algo importante que mostrarle al pueblo, es decir, las mentes generadoras de actividades útiles no dejan dormir al gobierno; él quiere ser el único que prevalezca en la opinión pública. Las personas creativas no convienen al sistema dedocrático socialista. La Polar es una marca que estaá posicionada en la mente de los venezolanos, porque los productos que produce y fabrica son del día a día en la mesa del pueblo.
Asimismo la bebidas con o sin alcohol son del disfrute de cada una de las personas que libremente eligen de todas las opciones las que consideran la mejor. Un ejemplo es la afamada harina que el usuario al ir a comprar dice al comerciante una harina Pan, y muchas veces se adquiere otra marca.
El Presidente tiene entre ceja y ceja el poder acabar con esta industria que ha dado mucho que hablar desde hace mucho tiempo en las tierras venezolanas.
Además, Polar también ha contribuido en resaltar al deporte y a la cultura desde el deporte de los chipilines hasta los consagrados siempre se nota la firma de esta industria. Por otro lado tiene silos y realiza otras actividades con la producción de las tierras y muchas labores que de alguna forma la han reafirmado como un icono ante los ojos de los usuarios, no tan solo aquí, sino en otras partes del mundo, en donde tiene presencia.
La zona industrial barquisimetana según el urbanismo vigente  es para fábricas y empresas y no tiene nada que ver con realizar obras residenciales en esos lares, todo marchaba con normalidad desde hace un largo tiempo, hasta que este régimen  cazando peleas con el sector productivo se lanza al vacio y emprende una cruzada oscurantista marxistoides. Nadie se explica cómo no toman otros terrenos para supuestamente construir dizque las viviendas, es una paradoja porque están acabando con los locales que servían para alquilar y no encuentran qué hacer con el déficit habitacional que cada día aumenta en grado sumo.
El Presidente tiene una reyerta cazada con los directivos de la Polar y de alguna forma sino gana empata cual Juan Charrasqueado, sin tomar en cuenta los miles de desempleados que dejaría estas políticas enfermizas por su carácter ideológicas, la incapacidad, la ineficiencia, la ineficacia salta a la vista por estas medidas tomadas por los cabellos. Lo ilógico es que sin pensarlo dos veces los súbditos locales le hacen coro a estas mamarrachadas nocturnas y de inmediato se proponen cambiar el plan de desarrollo urbano local.
Aquí que importa si se pasa la constitución y las leyes por donde termina la espalda, lo importante es quedar bien con el autócrata que no se cansa de destruir el aparato productivo nacional. A este moderno Guzmán Blanco narcisista le sobran los aduladores de oficio y el servilismo se nota a leguas, por lo tanto no se trata de defender a los dueños de la Polar, ni otro grupo de empresarios. Se trata de defender el progreso de la ciudad y del país, como se sabe expropiando no es la mejor manera de lograr acabar con las problemáticas recrudecidas de la sociedad, por el contrario habrá más personas sin un trabajo fijo, ya se fue Mattel y qué decir de las otras empresas, industrias y locales productivos, que ahora duermen el sueño de los justos al ser tomadas por el Estado.