Más de veinte vendedoras informales que utilizan los espacios de la plaza San José y alrededores, en la calle 25 entre carreras 21 y 22, zona centro de Barquisimeto; la tarde de este martes reaccionaron ante la visita relámpago de una comisión del Comando Unificado de Seguridad Plan 20, conformado por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y Policía Municipal de Iribarren, y se opusieron a abandonar lo que consideran son sus puestos de trabajo.
A las dos de la tarde, los funcionarios llegaron donde las mujeres que expenden chucherías y alquilan celulares para hacer cumplir el artículo 3 de la Ordenanza para la Regulación y Control de Bienes de Uso y Dominio Público para el Desarrollo Socio Económico del Municipio Iribarren, publicada el 1ro de octubre de 2008, en gaceta municipal extraordinaria 2613, para el desalojo de los buhoneros de la 20. Los representantes de la ley les recordaron que el artículo 3 prohíbe el ejercicio del comercio informal ambulante, por parte de personas naturales y jurídicas en espacios públicos del municipio, y quienes lo infrinjan son multados con 10 a 20 unidades tributarias, y si son reincidentes la sanción se eleva de 30 a 60. Yajaira Torres, quien alquila teléfonos y vende tostones, aseguró tiene tres hijos, dos hembras y un varón, aparte de un nieto a quienes mantiene.
“Varias madres estamos haciendo las lochitas para llevarle comida a nuestros hijos, pero la alcaldesa nos mandó a sacar, en lugar de ofrecernos un empleo digno”, dijo, y agregó que vive en un ranchito en el barrio El Carmen porque la primera autoridad municipal no le resuelve el problema habitacional.
Por su parte, Dexi Colmenárez, quien también alquila teléfonos y vende golosinas, acotó que por necesidad se coloca en un puesto llevando agua y lluvia con el único propósito de que su hijo no se muera de hambre.
“Hoy (ayer), tengo que trabajar duro para hacer 250 bolívares fuertes para su paquete escolar, pero no he hecho ni la cuarta parte”, adujo.
Tanto Torres como Colmenárez, en nombre de sus compañeras, le hicieron un llamado a la alcaldesa para que no las saque del lugar y más bien las cense, y posteriormente las reubique en un sitio realmente acogedor que reúna todas las condiciones de un puesto de mercado.
